Sucia y llena de polvo, hasta el fondo de algún archivo al abrir alguna de sus gavetas, en la Comisión de Apoyo Técnico se encuentra una iniciativa de ley que podrí­a cambiar una práctica que entre diputados es común o tradicional.

Se trata de la iniciativa con registro número 4096, que dispone aprobar reformas al Decreto 63-94, Ley Orgánica del Organismo Legislativo, la cual fue preparada para aliviar dolores de cabeza que año tras año generan debilidades a las fortalezas del Congreso.

Dicha iniciativa pasarí­a desapercibida si se tratara de un simple texto, como hay muchos con fines particulares o sectoriales, presentada hace cuatro meses, en la exposición de motivos, hace énfasis en el transfuguismo que no ha dejado de marcar el destino e historia del Congreso de la República.

¿QUí‰ DICE EL TEXTO?

Teniendo de fondo especial, es el artí­culo uno de esa iniciativa, que manda reformar el artí­culo 34 especí­fico sobre comisiones de trabajo: «Las presidencias de comisiones se adjudicarán a los bloques legislativos […]», reza.

Y sigue, «Sin embargo, si un diputado que presida una comisión renuncia al bloque al que pertenece la misma, se tendrá por separado de la Presidencia de la Comisión [?]».

La reforma de la Ley, también pasa por un problema común entre tránsfugas, la apropiación de los espacios y el uso de los bienes, el dinero y el personal que se le asignó para esa tarea especial de provecho colectivo y no de carácter particular.

«[?]», el traspaso de comisión de un presidente a otro deberá hacerse levantando acta en que conste la entrega de todos los archivos y expedientes de la comisión o la no entrega de los mismos».

Asimismo, el ambicioso proyecto en su artí­culo 3, busca la fórmula para sancionar la inasistencia a las plenarias y trabajo en las salas, a través de método para asegurar la presencia al trabajo, que quedarí­a registrada con identificación plena e inequí­voca, hora exacta y tiempo de permanencia para tratar el o los temas.

Roberto Alejos se ha fijado como meta lograr ese propósito, ya que dentro del mismo artí­culo dos de las reformas, dice que la secretarí­a administrativa de la comisión serí­a responsable de informar a la Dirección Financiera sobre la asistencia e inasistencia de los comisionados.

En el caso del pleno, un afán de la reforma legal es optimizar el tablero electrónico de asistencia, que funcione al máximo dice: «Este sistema deberá estar conectado directamente entre Dirección Legislativa y Dirección Financiera para que ésta realice los descuentos directa y respectivamente».

Mario Mazariegos, secretario general del bloque Centro de Acción Social (CASA), ve alentadoras las medidas que se proyectan para corregir el rumbo polí­tico que deciden escoger por libre albedrí­o muchos diputados.

CASA sufrió las consecuencias, ya desde 2008 al perder un integrante y con el la Comisión de la Defensa Nacional, según Mazariegos su colega por tener como profesión la militar, les vendió la idea de presidir la sala, pero meses después se fue del bloque y perdieron integrante y comisión.

«El transfuguismo es dañino, debilita el sistema de partidos polí­ticos y también afecta a la democracia, a la institucionalidad de los mismos partidos que son la base fundamental para la democracia de un paí­s, eso hace que las instituciones no sean sólidas», apunta.

Pero es atractivo presidir, se cuenta con oficina y todos los servicios, no menos y en promedio Q5 mil para caja chica, invitaciones para viajar, contactos con otros parlamentos aunque la ley dice que los resultados no son vinculantes.

Pí‰RDIDA DE ESPACIOS

Roberto Késtler, diputado oficial, lamenta que la actual ley del Organismo Legislativo, permita, el ausentismo no justificado, agresiones verbales y fí­sicas; abuso de la técnica parlamentaria entre otros. «Hay que aprovechar y no hacer cambios parciales sino cambios sustantivos y profundos», agrega Késtler.

Diputados consultados, coinciden que presidir una comisión es un privilegio, pero no aquello de tenerla por tenerla, porque el principio que alienta ese trabajo de presidencia y de integración es la especialización y conocimiento del tema de la profesión o la técnica requerida.

Según algunos legisladores, las comisiones de trabajo se han ido creando por privilegio polí­tico y ganar algún voto para algún tema futuro para beneficios particulares.

Hay comisiones de trabajo rimbombantes, no coyunturales o vinculantes a la importancia de la legislación del paí­s y que de alguna manera tendrí­an que desaparecer y que quedarán únicamente aquellas importantes homólogas a las instituciones del Estado.

Roberto Villate Villatoro, jefe del bloque LIDER, recuerda que este problema de los tránsfugas y la pérdida de las presidencias de comisión no se está descubriendo hoy, «creo que ha sido un problema por años», concreta.

«Si lo vemos desde ese punto de vista de ojo de águila o somero no deja de ser una inquietud legal que podrí­a mejorar el trabajo», opina.

Pero Villate Villatoro también es pesimista, «a la larga yo creo que el problema es de raí­ces tan profundas que no creo que pueda solucionarse en estos dí­as», termina.

Alejandro Arévalo del partido Unionista, a pesar que no le ve tanta importancia si un bloque tiene o no una comisión de trabajo para destacar con su trabajo en el Congreso de la República, sí­ apoya la idea que el tema sufra un cambio positivo.

La iniciativa no deja de ser importante, comenta Arévalo, sin embargo ve que en el transcurso del año se quedaron tiradas, no sólo esa iniciativa, sino otras importantes para fortalecer la economí­a del paí­s.

Y es que lo que ha ocurrido este año forma parte del problema, según el diputado Unionista para avanzar en todos los temas de beneficio interno y externo, «la dinámica del Congreso ha estado bloqueada para la práctica de muchos temas».

«Entre interpelaciones y votaciones nominales no se avanza nada en la agenda», pero lamentablemente lo que hizo falta fue tiempo para tratar el tema, termina el diputado Arévalo.