Iniciativa ante alza de alimentos


Francia propuso hoy una iniciativa europea frente al aumento de precios de las materias primas y la crisis alimentaria que ello provoca, impulsando un apoyo reforzado a la agricultura comunitaria y una mayor ayuda en ese sector en los paí­ses pobres.


«En un mundo donde va a ser necesario producir más y mejor para alimentar a 9 mil millones de habitantes, hay necesidad (de los esfuerzos) de todos y también de Europa», dijo el ministro francés de Agricultura, Michel Barnier, en una reunión con sus homólogos de la Unión Europea (UE) en Luxemburgo.

Barnier recordó el «contexto grave de crisis», marcado por violentas protestas en Haití­ y paí­ses de ífrica. El Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió el fin de semana que si la inflación continúa subiendo, «cientos de miles de personas van a morir de hambre».

El ministro francés, cuyo paí­s es el principal productor europeo, se manifestó a favor de que la UE siga siendo «una potencia agrí­cola fuerte» y no reduzca su presupuesto en ese sector a partir de un recorte de las subvenciones, como reclama Gran Bretaña.

Según Barnier, es necesario «producir para alimentar», una forma de decir que la UE debe limitar el lugar de los biocarburantes extraí­dos de vegetales -que los 27 se comprometieron a desarrollar para luchar contra el cambio climático-, a fin de no reducir los cultivos alimentarios.

Francia quiere «reorientar las ayudas al desarrollo y a la cooperación (de la UE) hacia la agricultura», un sector que «desde hace 30 años» ha quedado al margen de las prioridades europeas, afirmó.

En tercer lugar, Barnier propone que Europa comparta su experiencia con los paí­ses más pobres para ayudarlos a reconstruir una capacidad autónoma de producción y tener una forma de soberaní­a alimentaria».

Esta toma de posición de Francia se produce además en momentos en que el bloque efectúa un «examen médico» de su Polí­tica Agrí­cola Común (PAC), con su alto presupuesto en juego.

Gran Bretaña ha manifestado estar de acuerdo con Francia en la necesidad de actuar ante el aumento de los precios alimentarios, aunque prefiere una iniciativa a escala internacional, más allá del ámbito comunitario.

La actual movilización contra el hambre «no debe consistir en resistir a la reforma de la PAC o en presionar a favor de una polí­tica más proteccionista», afirmó un diplomático europeo.

Es que Francia quiere aprovechar la coyuntura para que la UE endurezca su posición en las negociaciones sobre la liberalización de los intercambios internacionales en la Organización Mundial del Comercio (OMC), en las que Europa se encuentra bajo presión para reducir sus ayudas agrí­colas y sus barreras aduaneras.

«Tenemos razones adicionales con esta crisis de ser vigilantes para impedir cualquier acuerdo desequilibrado, cuyas primeras ví­ctimas serán los más pobres», dijo Barnier, recordando que ciertos paí­ses africanos dejarán de beneficiarse de los regí­menes aduaneros preferenciales que les acuerda actualmente la UE.