Luego de la pesadilla iniciada el viernes 23 de febrero por cientos de vecinos del barrio San Antonio en la zona 6, los trabajos para rellenar el enorme agujero formado por el hundimiento están próximos a iniciarse.
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La noche del viernes 23 de febrero será una noche que los vecinos del barrio San Antonio no olvidarán jamás, ya que fue cuando empezó una pesadilla que hasta el momento no tiene final. Al principio hubo señalamientos de varias dependencias para buscar un responsable del daño.
En los días posteriores, varios de los afectados, escoltados por agentes de la Policía Nacional Civil, sacaron algunas de sus pertenencias.
Para colmo de males, el albergue habilitado para ubicar a varias de las familias afectadas colapsó por el poco mantenimiento que se le dio; luego algunas de las familias afectadas lograron llegar a un acuerdo con el plan de viviendas del Gobierno y fueron ubicadas en otros sectores.
En las fechas subsiguientes, representantes de la Coordinadora para la Reducción de Desastres (Conred) realizaron reuniones con varios de los afectados, a quienes les explicaron las medidas a tomar y el plan de trabajo.
Durante varios días el sector estuvo prácticamente olvidado, lo que hacía pensar a los vecinos que su problema ya no tenía solución, fue entonces que se autorizó un presupuesto de 30 millones de quetzales para poder reparar el daño.
Al Congreso de la República se presentó Hugo Hernández a exponer la forma en que los trabajos avanzaban y a solicitar una ampliación de siete millones de quetzales más, ya que lo autorizado no alcanzaba para poder terminar los trabajos.
Al inicio de la temporada de lluvias se informó que se colocaría una gigantesca capa sobre el agujero, a fin de evitar que el agua siguiera erosionando las paredes ya dañadas. Hasta la fecha la lona ?según indicaron los vecinos? no ha cumplido su cometido, y para los próximos días se espera que los trabajos en sí para rellenar el inmenso hoyo puedan empezar, o como es costumbre pondrán algún tipo de pretexto para aplazarlos.