Portugal acordó el martes derogar parte de su sistema laboral en una reforma con la que el gobierno espera fomentar el crecimiento económico en el endeudado país.
Los cambios —acordados la madrugada del martes tras 17 horas de negociaciones con los sindicatos y empresarios— incluyen la adopción de horas de trabajo más flexibles, menos días festivos y menores compensaciones por despido.
El anticuado sistema laboral fue uno de los factores a los que se culpa de una década de crecimiento casi nulo y creciente endeudamiento soberano que obligaron a Portugal a solicitar y recibir 78.000 millones de euros (99.600 millones de dólares) en ayuda financiera el año pasado.
Su situación financiera agravó la crisis de la deuda soberana europea y ocasionó una recesión, con un desempleo del 13,2%.