Un grupo de periodistas inició hoy una campaña pública para pedir la liberación de su compañera y jefa de corresponsalías del canal venezolano Globovisión, Nairobi Pinto, quien fue secuestrada el domingo cerca de su casa en Caracas.
Los periodistas de varios medios, incluyendo Globovisión y los diarios «El Universal», «El Nacional» y «Últimas Noticias» se unieron en actividades para pedir la libertad de Pinto.
Vestidos de blanco para simbolizar solidaridad, posaron frente a las cámaras del canal con carteles que decían «Liberen a Nairobi» y además promovieron etiquetas en las redes sociales con el mismo lema.
Las primeras versiones del secuestro dijeron que se trataba de un plagio para solicitar dinero por el rescate, pero al pasar las horas se divulgaron nuevos elementos en relación con una posible motivación política del hecho.
La dirigente estudiantil Gaby Arellano, quien es una de las líderes de las protestas contra el gobierno que comenzaron hace casi dos meses, sugirió que Pinto fue secuestrada para que revelara detalles de su amistad y la eventual agenda de Arellano dentro de la lucha de los estudiantes.
«Amiga Nairobi, por tu Libertad y la de Venezuela me mantendré en la calle, hoy con más fuerza que ayer», expresó Arellano en un mensaje en su cuenta de Twitter. «Responsabilizo a (el ministro del Interior, Miguel) Rodríguez Torres y a todo el régimen por la integridad física de mi amiga Nairobi y de todo mi entorno», agregó.
Los investigadores no han tenido nuevos indicios ni los familiares han recibido llamadas de sus captores, según dijeron las autoridades.
Rodríguez dijo que cerca de la zona donde vive Pinto había una manifestación contra el gobierno, con una barricada «muy violenta».
Pinto fue secuestrada por un grupo de hombres enmascarados y armados que se la llevaron en un auto y hasta ahora se desconoce su paradero.
Versiones de prensa agregaron que Pinto había recibido amenazas de desconocidos antes del plagio, ocurrido en la urbanización Los Chaguaramos, en el suroeste de la ciudad.
Globovisión era hasta hace un año una cadena crítica con el gobierno venezolano, pero cambió de dueños y también de línea editorial, con una posición más de centro.