Inician actos fúnebres


Exequias. Unos jóvenes hacen guardia frente al ataúd de Gerald Ford, durante su funeral.

Los restos del extinto ex presidente estadounidense Gerald Ford llegan hoy a la capital del paí­s, donde recibirán honores en un programa fúnebre de cinco dí­as que comenzó con una sencilla ceremonia familiar en California.


Ford, un presidente republicano que gobernó desde agosto de 1974 a enero de 1977 y que sacó a Estados Unidos de la turbulenta era del escándalo de Watergate, que generó la renuncia de Richard Nixon, murió el martes a los 93 años en su hogar en Rancho Mirage, California (oeste).

El féretro del ex presidente permanecerá en el Congreso de Estados Unidos hasta el martes en la mañana, cuando se efectuará una ceremonia fúnebre en la Catedral Nacional de Washington.

El miércoles, los restos del ex mandatario serán finalmente sepultados en el Museo Gerald Ford en Grand Rapids, Michigan (norte), donde residió durante muchos años.

Las banderas estadounidenses han flameado a media asta en los edificios federales desde que se conoció la muerte de Ford y el presidente George W. Bush declaró el martes 2 de enero como dí­a de duelo nacional.

Una ceremonia religiosa a la que asistieron familiares y amigos del 38 presidente de Estados Unidos se efectuó ayer en Palm Desert, California, en el templo de St Margaret de la Iglesia Episcopal (la rama estadounidense del anglicanismo), al que Ford y su esposa Betty acudieron durante décadas.

Cumpliendo los deseos de Ford de mantener su imagen de hombre práctico y modesto, ha habido poco de la pompa y otras circunstancias que marcaron los funerales de otros ex presidentes estadounidenses.

La caravana de vehí­culos que transportó los restos de Ford fue saludada por una guardia de honor ayer, y miembros de las fuerzas armadas transportaron al interior de la iglesia el féretro, cubierto con la bandera de las franjas y estrellas.

Una banda militar interpretó el himno «Hail to the Chief» (saludo al jefe) mientras el féretro ingresaba al templo. La ex primera dama Betty Ford, de 88 años, y sus hijos, aguardaban en la iglesia.

«Recibimos el cuerpo de nuestro hermano, Gerald, para sepultarlo», dijo el rector de la iglesia, el reverendo Robert Certain.

Betty Ford, escoltada por un general del ejército, permaneció en silencio mientras el féretro era colocado frente al altar de madera con tres coronas de flores blancas, antes de unirse a otros miembros de la familia.

Los preparativos de los funerales fueron realizados bajo un manto de seguridad y se estima que unos 500 militares y agentes del Servicio Secreto llegaron a Palm Desert para supervisar las ceremonias.

Miles de personas hicieron fila ayer para tener una oportunidad de ofrecer sus respetos al féretro de Ford mientras permaneció en Palm Desert.

Wall Street, el mayor mercado de valores del mundo, anunció que permanecerá cerrado el martes en homenaje a Ford, quien es recordado por su decisión de perdonar a Nixon, por lo cual fue muy criticado.

Algunos historiadores han declarado que esa amnistí­a fue un valiente acto polí­tico de Ford, necesario para superar el trauma de Watergate.