Irlanda del Norte abrió hoy una nueva página de su historia, marcada por décadas de amargos enfrentamientos, con la designación del nuevo primer ministro norirlandés, el renovador Peter Robinson, quien sucede al intransigente líder protestante Ian Paisley, de 82 años.
Robinson, de 59 años, fue designado hoy ministro principal del Ejecutivo autónomo de poder compartido entre católicos y protestantes de Irlanda del Norte, en una sesión especial del Parlamento regional norirlandés.
Martin McGuinness, jefe del Sinn Fein, brazo político del Ejército Republicano Irlandés (IRA), fue designado viceprimer ministro por el Parlamento norirlandés.
Robinson, que era hasta ahora ex ministro de Finanzas, remplazó el sábado a Paisley – uno de los personajes claves en el conflicto y en la pacificación de la provincia británica – como líder del mayoritario Partido Democrático Unionista (DUP), lo que le garantizó su nombramiento como nuevo jefe de Gobierno norirlandés.
Sin embargo, aunque con la partida de Paisley y la designación de Robinson McGuinness empieza una nueva era en esta convulsa provincia, persisten incertidumbres sobre el sistema de reparto de poder, que fue instalado en mayo de 2007 entre un primer ministro protestante (Paisley) y el católico McGuinness.
Incluso, poco antes antes de la designación oficial de Robinson como primer ministro norilrnadés, surgieron problemas de última hora que podrían haber provocado la disolución de la Asamblea autónoma y sumir en una nueva crisis a Irlanda del Norte.
El primer ministro británico, Gordon Brown, y Gerry Adams, el presidente del Sinn Fein, se reunieron el martes en Londres, en medio de rumores de que el Sinn Fein amenazaba con vetar el nombramiento de Robinson.
El Sinn Fein insistió en un comunicado previo a esa reunión en la necesidad de que se cumplan todos los compromisos pendientes del acuerdo de paz de Saint Andrews (2006), entre ellos la transferencia al Gobierno autónomo de las competencias de Justicia e Interior, a lo que se opone el DUP.
Los problemas se resolvieron luego de que los unionistas y el Sinn Fein acordaron mantener más negociaciones respecto a temas aún en disputa, como la entrega de los poderes de la policía y la justicia a la Asamblea norilandesa.
Mañana, Brown se volverá a reunir con Robinson y McGuiness para discutir algunos de los problemas pendientes, entre ellos el de de la supervivencia de organizaciones paramilitares.
El IRA, inactivo desde 1997, ha destruido sus arsenales y se ha comprometido con el proceso democrático, pero los unionistas quieren que desmantele todas sus estructuras, como su Consejo Armado.
En un comunicado conjunto, McGuinness y Robinson afirmaron que, tras su designación, «trabajarán juntos para resolver problemas aún pendientes, que requieren nuestra atención urgente».
Esta nueva era para la provincia empieza más de 10 años después del acuerdo del Viernes Santo del 10 de abril de 1998, que puso fin a 30 años de violencias entre protestantes y católicos que dejaron 3.500 muertos entre 1969 y 1998.