La huelga indefinida del personal de Lufthansa en los aeropuertos alemanes, que se inició en la pasada medianoche, no ha causado hasta ahora grandes perturbaciones en el tráfico aéreo, indicó hoy la compañía.
Unos 5 mil empleados de la aerolínea secundaban hoy al mediodía el paro convocado por el sindicato de servicios Verdi, aunque por el momento no afectaba en gran medida al tráfico aéreo.
«La huelga no está teniendo consecuencias en el tráfico», declaró un portavoz de la mayor compañía aérea alemana. Esta fuente aseguró que Lufthansa había tomado medidas para enfrentarse al paro, que podría convertirse en el mayor movimiento social contra la empresa en los últimos 13 años.
Desde el inicio de la huelga, unos 600 vuelos (de los 2 mil diarios programados por la compañía) han operado prácticamente sin anulaciones ni retrasos considerables, en una época de gran tráfico aéreo por las vacaciones estivales.
Donde mayores repercusiones tiene la huelga es en el aeropuerto de Francfort (oeste), el tercero de Europa, y también en los de Colonia (oeste), Dusseldorf (oeste) y Munich (sur), según Erhard Ott, el encargado por Verdi de negociar con la empresa, interrogado por el canal de televisión ZDF.
La aerolínea espera poder mantener intacto su plan de vuelos para toda la jornada de hoy, la primera de la huelga indefinida convocada por el sindicato Verdi y seguida por los empleados de tierra y de cabina –unos 50 mil trabajadores– para reclamar subidas salariales.
Hasta el momento, las negociaciones entre Verdi y la dirección de la compañía para acordar el monto de los incrementos salariales han fracasado.
El sindicato Verdi preveía que la mayor movilización se produjera en un primer momento entre el personal técnico, que supervisa la seguridad de los aviones.
Otras compañías a las que Lufthansa presta este servicio técnico podrían verse afectadas por la huelga.
Verdi estima que la huelga tendrá un alto impacto financiero en la compañía y cifra en cinco millones de euros las pérdidas diarias que provocará la protesta a la compañía.
El sindicato reclama un aumento de los salarios del 9,8% sobre un año para el personal de tierra y de cabina. La compañía sólo ofreció hasta ahora un aumento del 6,7% escalonado a lo largo de 21 meses.
El presidente de la aerolínea, Wolfgang Mayrhuber, advirtió el jueves, en un correo enviado a los trabajadores, que la compañía «no podía ofrecer» más que lo que había sobre la mesa de negociaciones.
El sindicato anunció que no volverá a negociar hasta que la empresa presente una «oferta netamente mejorada», basando sus reclamaciones en los sólidos resultados financieros presentados por la compañía, que resiste por el momento mejor que otras aerolíneas a la competencia y al alza del precio del petróleo.
Paralelamente, Lufthansa también se enfrenta a otro conflicto salarial, en este caso el protagonizado por los pilotos de dos compañías filiales, que también reclaman aumentos salariales y que amenazaron con huelgas en las últimas semanas.