La localidad egipcia de Charm el Cheij alberga hoy una cumbre israelo-árabe para tratar de dar un nuevo impulso al proceso de paz y reforzar el campo de los palestinos moderados, encabezado por Mahmud Abas frente al Hamas islamista.
El presidente egipcio Hosni Mubarak reunirá en torno al dirigente palestino al primer ministro israelí Ehud Olmert y al rey Abdalá II de Jordania, diez días después de la toma de la franja de Gaza por parte de Hamas.
Los cuatro dirigentes, apoyados en su trámite por Occidente, tendrán entrevistas bilaterales antes de la cumbre que debe comenzar a las 19H00 (16H00 GMT) en esta ciudad balnearia del sur del Sinaí.
«Hay una gran presencia militar, más retenes de policía y muchas cámaras de vigilancia adicionales», indicó a la AFP una fuente de seguridad.
El dirigente israelí y el presidente de la Autoridad Palestina se reunirán esta noche, por primera vez desde el 15 de abril. Se espera de que Israel haga gestos concretos.
El gobierno israelí aprobó el domingo «el principio» de una transferencia de centenares de millones de dólares de impuestos aduaneros que se adeudan a los palestinos para reforzar el presidente Abas ante el Hamas.
Olmert dijo no obstante que no deseaba reanudar las discusiones de paz con los palestinos antes de que su nuevo gobierno, de emergencia, no se «estabilice».
Según la prensa israelí, el mandatario habría renunciado, por razones de seguridad, al levantamiento de medio millar de retenes en las carreteras de Cisjordania, contrariamente a lo que había prometido el presidente estadounidense George W. Bush.
El jefe de la diplomacia egipcia, Ahmed Aboul Gheit, llamó por teléfono el domingo a su homólogo israelí, Tzipi Livni, para pedirle a Israel que procediera a gestos significativos, entre ellos el levantamiento de esos controles en las carreteras.
El portavoz de Abas, Nabil Abu Rudeina, recalcó que el líder palestino pediría «el levantamiento completo del cerco y acciones concretas para hacer avanzar el proceso de paz hacia la creación de un Estado palestino».
Abdalá II dijo por su parte el domingo que era necesario aprovechar esta cumbre para elaborar un calendario preciso de la reanudación de las negociaciones entre israelíes y palestinos.
El destituido primer ministro palestino Ismail Haniyeh, perteneciente a Hamas, denunció «los espejismos de los estadounidenses y los israelíes» y lanzó un llamamiento «a la firmeza y a la resistencia».
El presidente Hosni Mubarak, anfitrión de esta cumbre, había criticado fuertemente la semana pasada el «golpe de Estado» de Hamas en la franja de Gaza, un pequeño territorio de 360 km2, encerrado entre Israel y Egipto, tras la derrota de las fuerzas de seguridad fieles a Abas.