INICIA CAMPAÑA CONTRA LA EXPLOTACIí“N INFANTIL


La Procuradurí­a de los Derechos Humanos inicia una campaña contra la explotación infantil para que nuestra niñez en lugar de estar trabajando asistan a las escuelas públicas preparándose para el mañana.

* Se espera que se unan a esta iniciativa: empresas, instituciones, organizaciones de la sociedad civil, medios de comunicación social masivos y alternativos. Se visualiza que la campaña tenga una presencia permanente en la región Centroamericana, Belice y Panamá.


Con el lema «El Derecho al acceso y permanencia a la educación gratuita y obligatoria de niñas y niños en explotación laboral y adolescencia trabajadora», la Defensorí­a de la Niñez de la Procuradurí­a de los Derechos Humanos inició la campaña de sensibilización, con el propósito de mejorar la calidad de vida de los trabajadores infantiles

La fuerza poderosa que conduce a los niños al trabajo peligroso y agotador -se indicó durante la inauguración de la campaña- es la pobreza. Para la familia de escasos recursos económicos, la pequeña contribución que aporta la paga del niño al hogar permite a los padres sufragar los gastos básicos, pues los progenitores de estos pequeños trabajadores regularmente están desempleados o subempleados y necesitan con urgencia un ingreso fijo.

La promoción de la campaña de sensibilización forma parte del cumplimiento del Plan estratégico del Consejo Centroamericano de Procuradores de Derechos Humanos (CCPDH), en materia de niñez, adolescencia y juventud (2006-2010), que pretende cambiar las condiciones en donde se desenvuelven laboralmente los infantes para resguardar su integridad fí­sica y mental; por ello las Defensorí­as de la Niñez de la región se comprometieron a iniciar esta campaña en octubre.

Pues hoy dí­a existen lugares donde efectúan las faenas los infantes, muchas veces obligados a realizar trabajos intensos, en donde el descansar no existe; Se les asignan responsabilidades que están muy por encima de su edad. Son lugares donde la palabra «juego» y «diversión» nunca existen.

No hay que olvidar que el trabajo constituye una parte esencial de la educación infantil y un medio de transmisión de destrezas necesarias de padre a hijo, también es verdad que es beneficioso y promueve o estimula el desarrollo fí­sico, mental, espiritual, moral o social del niño, siempre y cuando este no interfiera con sus actividades escolares, recreativas o de descanso.

La ley en el paí­s permite – previa autorización del Ministerio de Trabajo y Previsión Social- que los jóvenes comprendidos de 14 años en adelante puedan ser contratados para realizar actividades de tipo laboral, pero prohí­be cualquier trabajo para todos aquellos menores de 13 años de edad, aunque nuestra realidad contrasta con este mandato.

También es de subrayar que toda legislación que por bien intencionada deje por un lado la realidad social y cultural donde se desarrollan los infantes, de poco sirve. No podemos cerrar los ojos a las condiciones en donde trabajan las y los niños, tampoco a los recursos que generan para sus hogares. Además a la indiferencia de la sociedad en donde la demanda de productos a bajo precio es alta, poco les importará a la población el hecho de que los fabriquen millones de niños anónimos en condiciones de explotación.

Lo fundamental serí­a que la niñez viviera a plenitud su etapa de vida, pero desafortunadamente para muchos de ellos es imposible, lo único que queda es trabajar para mejorar las condiciones donde laboran, y con ello resguardar su integridad. la cual sólo se alcanzará -en parte- al facilitarle el acceso a una educación gratuita y obligatoria.