Los diputados del Congreso hondureño comenzarán a analizar hoy el contenido del acuerdo para poner fin a la crisis política, anunció el presidente del órgano legislativo, José Alfredo Saavedra.
«Vamos el día de hoy a conocer ese contenido, a darle copia a cada uno de los (128) diputados», dijo Saavedra en declaraciones a la estación local HRN, aunque no dio fecha para la reunión extraordinaria en que se deberá votar el llamado Acuerdo Guaymuras Tegucigalpa/San José, ya que el Congreso está en receso.
El Congreso tiene que pronunciarse sobre la restitución de Zelaya en la Presidencia del país según lo contempla el acuerdo firmado el viernes por su delegación y la del mandatario de facto Roberto Micheletti.
Al menos 65 diputados, de los 128 de la Cámara, tendrían que votar a favor para que la restitución de Zelaya en el poder se haga efectiva. Lo que no contempla el acuerdo es qué pasaría si la decisión de los legisladores es contraria al regreso de Zelaya, depuesto el 28 de junio en un golpe de Estado.
«Una vez que tengamos el conocimiento de los alcances y de la dinámica de este acuerdo y que los miembros de la directiva tengan conocimiento vamos a definir cuál es la ruta que se va a seguir», añadió Saavedra.
El presidente del Congreso prometió que «no se hará nada fuera de ese Acuerdo porque ese Acuerdo es producto del diálogo, de la discusión, de una mesa, donde de manera civilizada varios sectores representados allí tomaron una ruta y fue firmar precisamente ese documento».
No obstante, advirtió que «el Congreso Nacional es un poder totalmente independiente del resto de los poderes constituidos» y cada diputado será libre de decidir al momento la votación.
Por su parte, Eduardo Reina, asesor de Zelaya, dijo en un comunicado que el Acuerdo «señala taxativamente el procedimiento para revertir el golpe de estado (y) cualquier interpretación fuera de ese contexto constituirá una nueva afrenta al pueblo hondureño y a la comunidad internacional».
El asesor pidió que el «Congreso actué con la diligencia y celeridad requerida».
Según el acuerdo, el jueves debe quedar constituido el gobierno de unión nacional que gobierne hasta el 27 de enero, fecha de la entrega del poder al vencedor de los comicios del 29 de noviembre.
La comisión negociadora del gobierno de facto en Honduras descartó hoy que haya un arreglo «bajo la mesa» para restituir el depuesto presidente Manuel Zelaya y reiteró que es al Congreso al que le toca decidir si este vuelve al poder.
«No hay acuerdo bajo la mesa» entre la comisiones de diálogo y la delegación de Estados Unidos y la Organización de Estados Americanos (OEA) para restituir a Zelaya, expresó el integrante del grupo de Micheletti, Arturo Corrales, en un desayuno con corresponsales extranjeros.
Los miembros de la comisión del gobierno golpista se remitieron al texto del acuerdo firmado el viernes pasado entre ambas partes en el que el punto 5 se deja al Congreso Nacional la facultad de «retrotraer la titularidad del poder Ejecutivo a su estado previamente al 28 de junio», día en que Zelaya fue sacado del poder.
Vilma Morales, otra integrante de la comisión negociadora, precisó que en el acuerdo se establece que «la decisión que adopte el Congreso Nacional deberá sentar las bases para alcanzar la paz social» en Honduras.
Sin embargo, tanto Zelaya como los miembros de su delegación han pedido al gobierno de Micheletti, que durante cuatro meses había rechazado de plano su restitución como lo exigía la comunidad internacional, que se deje de «juegos sucios» y «estrategias dilatorias» para cumplir el acuerdo.
El Congreso, que está en recesión hasta después de las elecciones del 29 de noviembre, tendría que realizar una reunión extraordinaria para votar el acuerdo, pero para ello todavía no hay fecha.
El presidente derrocado Manuel Zelaya pidió hoy al gobierno de facto de Roberto Micheletti que se deje de «juegos sucios» y «estrategias dilatorias» para aplicar el acuerdo alcanzado el pasado viernes que pondría fin a la crisis política.
«Ninguna de las partes debe de utilizar juegos sucios, estrategias dilatorias o medidas que nos hagan perder el crédito y el respeto que como pueblo merecemos ante la comunidad internacional», aseguró Zelaya en un comunicado divulgado este lunes.
«Suficiente daño hemos soportado estoicamente como pueblo para pretender seguir manipulando la buena fe que hemos depositado para resolver la crisis», agrega.
Zelaya reiteró que su restitución en el cargo de presidente de Honduras no está en juego e instó al gobierno de facto de Roberto Micheletti a que cumpla lo pactado.
El acuerdo Tegucigalpa/San José, Diálogo de Guaymuras, en su punto cinco, deja en manos del Congreso la decisión de retrotraer la situación política a la que prevalecía antes del golpe de Estado del 28 de junio.
«Cualquier interpretación fuera de este contexto constituiría una nueva afrenta al pueblo hondureño y a la comunidad internacional», señala Zelaya.
«En este acuerdo el cargo del Presidente de la República de Honduras, que constitucionalmente eligió el pueblo Hondureño no está en discusión», dice Zelaya, refugiado en la embajada de Brasil desde que llegó a Honduras clandestinamente el pasado 21 de septiembre..
Zelaya pide al Congreso Nacional que «actúe con la diligencia y celeridad requerida, para recuperar el más caro de los intereses de la patria, «la Democracia, que está rota».
Al menos 65 diputados, de los 128 de la Cámara, tendrían que votar a favor para que la restitución de Zelaya en el poder se haga efectiva. Lo que no contempla el acuerdo es qué pasaría si la decisión de los legisladores es contraria al regreso de Zelaya, depuesto el 28 de junio en un golpe de Estado.