Ingrid Betancourt viaja a Francia


Paris. French-Colombian politician Ingrid Betancourt was snatched with three US hostages and 11 Colombians from the grip of Marxist FARC rebels on July 2, 2008 by Colombian soldiers after six years in rebel captivity.

Ingrid Betancourt, liberada el miércoles en una espectacular operación de infiltración militar en la guerrilla colombiana, llega hoy acompañada de sus hijos a Parí­s, donde será recibida por el presidente francés, Nicolas Sarkozy, y su esposa, Carla Bruni.


Entrevistada por la radio francesa Europe 1 poco antes de partir, Ingrid Betancourt afirmó haber sido ví­ctima de torturas, vejaciones y humillaciones durante los seis años y cuatro meses de su detención por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

«Sentí­ que existe la tentación de abandonarse a comportamientos demoniacos (…) creo que hay que conservar una gran espiritualidad para no caer en el abismo», agregó la ex rehén, de 46 años, que la próxima semana será recibida por el papa Benedicto XVI en el Vaticano.

«Llevé cadenas todo el tiempo, las 24 horas del dí­a, durante tres años», confirmó.

«Hubo momentos de gran crisis, de gran dureza, de maltrato. Habí­a momentos en que intentaban mostrar otra faceta porque era tan monstruoso que me parece que ellos mismo estaban asqueados», añadió.

Radiante, la ex rehén franco-colombiana se habí­a reunido ayer en Bogotá con sus hijos Mélanie y Lorenzo, que habí­an llegado desde Parí­s en un avión de la presidencia de Francia acompañados por el jefe de la diplomacia de este paí­s, Bernard Kouchner.

El mismo avión partió unas horas más tarde y debí­a llegar a la capital francesa durante la tarde de hoy. También partieron la madre de la polí­tica, Yolanda Pulecio, su hermana Astrid Betancourt, su actual esposo Juan Carlos Lecompte y su ex marido Fabrice Delloye.

La ex senadora fue rescatada el miércoles junto con los estadounidenses Thomas Howes, Marc Gonsalves y Keith Stansell -contratistas del Departamento de Defensa- y 11 miembros de las fuerzas de seguridad colombianas.

La operación fue ejecutada por un grupo de militares colombianos que se infiltró en la cúpula de las FARC, convenciéndola de la necesidad de trasladar a los cautivos en un helicóptero, según el gobierno.

Sin proporcionar detalles, la radio militar israelí­ afirmó hoy que dos consejeros israelí­es habí­an participado en los preparativos de la operación.

Y el diario israelí­ Haaretz señaló que dos oficiales superiores retirados recientemente, los generales de reserva Israel Ziv y Yossi Kuperwasser, dirigen en Bogotá una firma de asesorí­a en seguridad, Global CST, que emplea a decenas de ex miembros de unidades de elite o de los servicios secretos israelí­es.

La empresa «está profundamente implicada» en la asesorí­a a las fuerzas especiales colombianas, pero no en la operación especí­fica de rescate de Ingrid Betancourt dijo por su parte Israel Ziv.

«Hemos suministrado a las fuerzas especiales medios sofisticados para combatir» a la guerrilla, declaró este ex jefe de operaciones del ejército israelí­ al diario Yediot Aharonot.

El portavoz del ministerio israelí­ de la Defensa, Shlomo Dror, se abstuvo de confirmar o desmentir la noticia.

Celebrando la liberación de Betancourt y de los otros 14 rehenes de las FARC, el lí­der cubano Fidel Castro tildó su secuestro de «injustificable».

«Nunca debieron ser secuestrados los civiles, ni mantenidos como prisioneros los militares en las condiciones de la selva. Eran hechos objetivamente crueles. Ningún propósito revolucionario lo podí­a justificar», dijo en un comentario en el sitio digital oficial Cubadebate.

Fidel Castro, de 81 años, alejado del poder desde hace casi dos años por enfermedad, expresó que «Betancourt, debilitada y enferma», y los otros cautivos «en precarias condiciones de salud, difí­cilmente podrí­an resistir más tiempo».

Castro recordó que Cuba actuó como «garante internacional» en la liberación en enero pasado de las rehenes de otros dos rehenes de las FARC, Clara Rojas, quien habí­a sido secuestrada junto a Betancourt en febrero de 2002, y la ex legisladora Consuelo González.

El avión en el que viaja Betancourt debí­a llegar hacia las ocho de la mañana (hora de Guatemala) a Parí­s, donde será recibido por Sarkozy, con quien le polí­tica franco-colombiana debí­a reunirse más tarde en palacio del Elí­seo.

Inmediatamente después de su rescate, Betancourt manifestó que querí­a viajar rápidamente a Francia, donde su caso despertó enorme solidaridad.

«Estoy feliz»


«Estoy feliz de respirar el aire de Francia» exclamó Ingrid Betancourt al llegar hoy en la tarde al aeropuerto de Villacoublay, al suroeste de Parí­s, donde fue recibida por el presidente Nicolas Sarkozy.

«Desde hace siete años que sueño con este momento. Es un instante muy, pero muy emocionante para mí­: respirar el aire de Francia, estar con ustedes», explicó la ex rehén mientras agarraba la mano del presidente francés.

Ingrid Betancourt afirmó que «la estrategia» elaborada para su liberación habí­a sido «el fruto de la reflexión común» de Colombia y de Francia.

«Esta operación extraordinaria, perfecta del ejército colombiano (…) es también el producto de su lucha», declaró, dirigiéndose a los franceses. «Ustedes me salvaron la vida», agregó.

«Toda Francia está feliz», habí­a declarado previamente Sarkozy al recibir a la ex rehén francocolombiana a pie del avión, acompañado de su esposa Carla Bruni.