El idioma inglés es un recurso que ha sido cuasi indispensable para las relaciones políticas, culturales y comerciales mundiales.
En la actualidad, con la globalización y con las pistas de altísima velocidad que deben recorrerse y a las que obligadamente deben insertarse quienes están en lo vigente, el idioma inglés viene a convertirse en un instrumento indispensable para subsistir… y atrás vienen pisando los talones los idiomas que se hablan en la China continental.
Aprender inglés para cualquier hispano-parlante no es tan difícil como aprender español para un angloparlante. íšnicamente con el problema del tratamiento de usted, tú y vos, en Guatemala, ya tienen para enredarse en un verdadero pandemonio de construcciones verbales. Su problema en este aspecto es tan difícil como para los indígenas guatemaltecos manejar el español cuando no lo conocen.
Para operar un idioma adicional debemos manejar con alguna corrección la estructura del idioma materno. El idioma inglés tiene en la práctica el estatuto de mediador universal, por lo que su dominio es indispensable en la educación y en la vida privada y laboral. Pero a pesar de eso, las escuelas públicas siguen brindando una enseñanza deficiente del inglés? cuando lo enseñan.
La educación en general ha estado muy abandonada por los gobiernos en Guatemala y, no podemos dejar de reconocer que durante el gobierno de Vinicio Cerezo, el ahora marginado Dr. Eduardo Meyer Maldonado, en la cartera de educación, intentó realizar cambios sumamente beneficiosos para el sistema educativo nacional, pero el sindicato de maestros no se lo permitió, porque las prebendas y el maldito ocio magisterial (huevonería, diría la tía Catocha) son superiores para estos y estas cafres en su mayoría, que el desarrollo nacional.
Debe reconocerse también que durante el gobierno de í“scar Berger Perdomo, la ministra María del Carmen Aceña, en su momento, hizo esfuerzos enormes para realizar cambios constructivos, aunque dicen que la razón era la privatización de la educación pública. Independientemente de las razones sesgadas o de fondo del gobierno de Berger Perdomo, hubo, como dicen los guatemaltecos en su jerga diaria, aire con ventarrón.
En la Argentina tienen el mismo problema en los centros educativos públicos, hay deficiencia con el idioma inglés y, nos dice el Diario El Clarín en una nota: «Para intentar revertir esta situación, en la Ciudad de Buenos Aires se dispuso que los alumnos que ingresen el año próximo a las escuelas primarias reciban desde el primer grado lecciones de inglés. En la actualidad, el idioma se comienza a enseñar en cuarto grado y los resultados son muy malos. Además, la secundaria desperdicia la oportunidad de que los chicos aprendan una lengua extranjera, por el abanico de idiomas enseñados y la baja calidad del dictado de las clases. Es necesario, entonces, que en la Ciudad y en todas las escuelas públicas del país, el inglés se enseñe de un modo adecuado y continuado, ya que de otro modo se excluye a los chicos menos favorecidos de un instrumento fundamental.» (sic)
No puedo estar más de acuerdo con la nota del Clarín. Para que el niño pueda fundamentar otro idioma debe iniciar su conocimiento en la época de sus seis u ocho años. De lo que sí estoy totalmente seguro es que, si queremos un desarrollo integral para el futuro, el aprendizaje del idioma inglés para la ciudadanía próxima es indispensable; pero debe fijarse en sus mentes la estructura del español.