El presidente de Uruguay, José Mujica, inicia hoy su último año de gestión con la prioridad de mejorar las condiciones de la infraestructura de transporte del país, dijeron jerarcas de su gobierno.
Mujica, un ex líder de la guerrilla tupamara que actuó en los años 60 y 70, asumió el 1 de marzo de 2010. Su sucesor será elegido en una votación prevista para el 26 de octubre próximo, en la que su predecesor, Tabaré Vázquez, es favorito según las encuestas. Ambos integran la coalición de izquierdas Frente Amplio.
De cara a este último año de mandato, Mujica mantendrá en la primera quincena de marzo una reunión con la bancada oficialista para marcarle las prioridades legislativas del gobierno y presentar los proyectos pendientes que considera claves, informó hoy el diario El País de Montevideo.
La palabra clave para la administración de Mujica en este año es «consolidación» de los resultados y la preparación de la infraestructura del país para las próximas décadas, declaró el prosecretario de la Presidencia, Diego Cánepa.
El gobierno quiere poner en marcha antes de fin de año la construcción de un puerto de aguas profundas en las costas del departamento (provincia) uruguayo de Rocha, sobre el océano Atlántico, para lo que espera contar con apoyo financiero de la administración de Brasil y de un fondo especial del Mercosur.
«Queremos que Bolivia y Paraguay participen porque está pensado como un puerto para la región, de importancia geopolítica y estratégica. El (proyecto del) puerto sigue avanzando fuertemente», aseguró ese jerarca. Argentina también fue invitada por Mujica a formar parte del emprendimiento.
Cánepa aseguró que se trabaja también en una mejora de la red vial del país. Uruguay necesita un «shock logístico», dijo.
Por otra parte, Mujica, al no haber podido concretar una reforma ambiciosa del modo ferroviario, identificó como prioritaria la reparación de algunos tramos de gran tráfico de madera.
Estas prioridades para el último tramo de su gestión tienen un ángulo distinto de la agenda de los años previos, donde sobresalieron la aprobación de una ley que habilitó el matrimonio homosexual y otra que regula el mercado de marihuana con participación del Estado, todavía en etapa de implementación.