Informes contradictorios de niños desaparecidos alarman a España


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Dos nuevos informes que contradicen la versión de la Policía podrían resolver la misteriosa desaparición de dos niños españoles casi un año atrás, informó ayer el Ministerio del Interior.

Por JORGE SAINZ MADRID / Agencia AP

A falta de nuevos estudios, el desenlace más dramático posible está a punto de confirmarse y se sospecha que los hermanos Ruth y José Bretón, de 6 y 2 años respectivamente, fueron presuntamente asesinados por su padre e incinerados en una finca familiar de Córdoba, en la región sur de Andalucía.

La policía, que siempre señaló al padre José Bretón como principal sospechoso, descartó hace meses que los restos de una hoguera encontrados en esa finca fueran humanos, pero ahora dos nuevos estudios sostienen que esos restos pertenecen a menores de edad.

El juez ha ordenado más pruebas para tratar de confirmar que efectivamente se trata de los pequeños Ruth y José. A través de su abogado, Bretón volvió a negar las acusaciones.

«No hay que adelantar acontecimientos», dijo el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, quien compareció en una rueda de prensa extraordinaria para comentar las sorprendentes novedades de la investigación.

Si hay un caso que ha despertado alarma en España, acaparando tanta o más atención que la omnipresente crisis económica es el de los hermanos desaparecidos, cuyos últimos acontecimientos lo convirtieron en uno de los asuntos más comentados en Twitter a nivel mundial.

El 8 de octubre de 2011 Bretón denunció ante la policía la desaparición de sus dos hijos. Aseguró que los había perdido de vista mientras jugaban en un parque de Córdoba y que alguien los había secuestrado.

La policía no creyó su versión y lo encarceló el 21 de octubre acusado de dos delitos de detención ilegal. Desde entonces comenzó una búsqueda contrarreloj de los hermanos y la prensa local comenzó a airear la mala relación de Bretón con su esposa Ruth Ortiz, de la que estaba separado, y la posibilidad de que hubiera matado a sus hijos para vengarse.

Las pesquisas policiales dirigieron la investigación a la finca de los padres de Bretón llamada «Las Quemadillas». Los agentes encontraron restos óseos en lo que parecía haber sido una hoguera. La policía científica los analizó pero dijo que se trataba de huesos de roedores y otros objetos sin importancia, como ropa vieja.

La investigación siguió su curso y Bretón mantuvo su inocencia, pero seguía sin haber rastro de los niños.

Con permiso del juez, la madre encargó un informe independiente al prestigioso forense español Francisco Etxeberria, quien participó en la exhumación y posterior autopsia del presidente chileno Salvador Allende en mayo de 2011.

El dictamen de Etxeberria, conocido el lunes, contradijo a la policía y sostuvo que aquellos restos sí eran humanos y pertenecían a menores de edad.

Pero, además, el forense vasco añadió que el presunto asesino utilizó una plancha metálica para potenciar la intensidad del calor y convertir ese fuego en lo más parecido a un horno crematorio, con temperaturas de hasta 800 grados, lo que podría dificultar un cotejo de muestras de ADN.

Ante la evidente contradicción, la policía quiso recabar una tercera opinión del eminente antropólogo forense español José María Bermúdez de Castro, quien también corroboró la presencia de huesos humanos de niños en los análisis.

«No se trata de acusar a nadie, sino de aclarar la verdad de los hechos», dijo Fernández Díaz sobre la contradicción entre el trabajo policial y el de los expertos. «En todo caso, cuando un científico hace un informe, lo hace con su buena voluntad», sostuvo.

Agregó que «el prestigio profesional de la policía científica es muy notable. En el supuesto que se hubiera equivocado, en esa hipótesis, diría que el mejor escribano comete un borrón».

Por su parte, José María Sánchez de Puerta, abogado de Bretón, señaló que su cliente calificó de «totalmente falso e imposible» que en la hoguera se encuentren restos óseos de sus hijos.

Las nuevas pruebas ordenadas por el juez determinarán si el caso tiene un epílogo definitivo o si, por el contrario, la desaparición de Ruth y José seguirá sin resolverse.