De acuerdo con el informe de la Comisión de Crecimiento y de Desarrollo (OCDE) Guatemala necesitaría 115 años para igualar su ingreso al de países ricos, o sea el lapso que cubren cuatro generaciones. Si se toma en cuenta que nuestro país ha padecido de grandes carencias, un elevado índice de analfabetismo, de desnutrición, de falta de salud y de educación, teniendo los guatemaltecos un ingreso per cápita real similar al que tenían en 1980, aun cuando la economía ha crecido en los últimos diez años, a una tasa promedio del 3.7% anual. Y si se toma en cuenta, además, que muchos funcionarios del Estado son personas incapaces y por añadidura corruptos, puede decirse que nuestro país es imposible que pueda reducir la pobreza, más bien se espera, desafortunadamente, que se amplíe.