Desde 2007, uno de cada diez niños ha sido diagnosticado con trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH) en EE.UU. Según el Instituto Nacional de Salud Mental de Estados Unidos, el TDAH tiene una fuerte base neurobiológica.
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¿Está su hijo en constante movimiento, habla incesantemente o tiene problemas para concentrarse? Si su respuesta es afirmativa, su hijo podría tener el trastorno de déficit de atención e hiperactividad o TDAH.
De acuerdo con los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, a partir del 2007, alrededor del 9,5 % de los niños de 4 a 17 años de edad en Estados Unidos ha sido diagnosticado alguna vez con TDAH.
El Instituto Nacional de Salud Mental de Estados Unidos indica que la evidencia científica ha demostrado que el TDAH tiene una fuerte base neurobiológica. Agrega que, aunque no se han identificado las causas exactas, la genética posiblemente contribuye fuertemente a la manifestación del trastorno en la población.
El Instituto, además, menciona que la evidencia científica no respalda las opiniones populares de que el TDAH es consecuencia de ver demasiada televisión, un mal control del niño por parte de los padres, factores ambientales y sociales como la pobreza o el caos familiar o de un consumo excesivo de azúcar o de aditivos alimentarios.
De acuerdo con el pediatra neonatólogo panameño, Enrique Ruidíaz, “no hay evidencia científica que confirme que un alimento por sí solo cause TDAH. La base para la nutrición adecuada de un paciente con este trastorno es una alimentación balanceada. Para lograr esto, el individuo debe incluir en su dieta una variedad de todos los grupos alimentarios, incluida el azúcar”.
El especialista agrega que “los aditivos alimentarios, entre ellos los colorantes y saborizantes, pueden formar parte de una dieta equilibrada, siempre que hayan sido aprobados por las autoridades de salud (FDA y Codex Alimentarius). El exceso de cualquier alimento o bebida no es recomendable, independientemente de su fuente, ya que no hay alimentos buenos o malos, solo dietas mal balanceadas”.