Cuando hablamos hoy día de la importancia de la educación preprimaria, los conceptos tienen un fundamento surgido hace muchos años de la filosofía educativa de varios educadores.

En aulas de preprimaria, los maestros (mayoritariamente mujeres), proveen a los niños, la oportunidad  de ejercitar su motricidad fina y gruesa entre otras actividades que incluyen movimiento y juego. Friedich Fröebel decía que: “Los juegos de los niños no son recreación; significan un trabajo serio. Los juegos son la producción intelectual más pura del ser humano en esa etapa… la persona completa es visible en ellos, en sus capacidades más finas, en su ser más íntimo”.

Basado en esa filosofía, Fröebel creó el Kindergarten, el primero que se dedicó a la enseñanza de niños pequeños. Fröebel creía que cada niño tiene una esencia espiritual en sí, una chispa de energía divina que permite al niño aprender independientemente.

En 1837, Fröebel abrió un kindergarten en Blankenburg, desarrollando un currículo que enfatizaba canciones, cuentos, juegos, regalos y ocupaciones. Las canciones y cuentos estimulaban la imaginación de los niños. Esas actividades en el aula presentaban a los niños los valores culturales y el conocimiento de los héroes folklóricos de su época. Los juegos desarrollaban las habilidades físico-sociales; jugando los niños aprendían a participar en grupos. Los regalos a que hace referencia Fröebel, incluían objetos como esferas, cubos y cilindros para que los niños entendieran los conceptos que estos representaban. Las ocupaciones consistían en el uso de materiales que los niños podían usar en actividades de construcción. Hoy usamos los “legos”,  la plastilina, arena, cartón y palos para construir castillos, ciudades y montañas;  ejercitamos la “motricidad fina” haciendo bolitas con los dedos pulgar e índice.

Inmigrantes de Alemania llevaron el concepto del kindergarten a Estados Unidos donde luego formó parte del sistema escolar estadounidense. En 1855, Margarethe Meyer Schurg, abrió un kindergarten para enseñar alemán en el Estado de Wisconsin. En 1860, la señora Elizabeth Peabody estableció el primer kindergarten en Boston, Massachussets. Varios años después, Peabody viajó a Europa para aprender más sobre la filosofía,  currículo y el método de enseñanza de Fröebel. Escribió sobre el concepto de kindergarten como una educación importante en el desarrollo del niño; un libro titulado “Moral culture of infancy” y un periódico “Kindergarten Messenger” en 1873, que se dedicaba a escritos sobre el nuevo concepto del kindergarten.

Acertadamente el Mineduc está poniendo como una meta, el fortalecimiento de la educación preprimaria en los próximos años. La ciencia actualmente nos habla precisamente de la importancia de experiencias ricas a temprana edad de los niños para fortalecer su desarrollo. La mente de los niños es una esponja para el aprendizaje.

La influencia de la filosofía y métodos de enseñanza de Fröebel en Alemania y su posterior puesta en práctica en los Estados Unidos por Peabody, son legados que nos permiten aprender y afianzar los conocimientos de estos dos educadores  beneficiando  con nuevas  experiencias educativas ricas a los niños del kindergarten.