La inflación en los países de la zona euro bajó en enero más del objetivo previsto por el Banco Central Europeo, según estadísticas oficiales, lo que podría suscitar conjeturas de una próxima baja en las tasas de interés en el bloque.
Eurostat, la oficina de estadísticas de la UE, dijo que la tasa de inflación en la zona euro —de 18 países— disminuyó a 0,7% en el año cumplido hasta enero en comparación con la de 0,8% el mes anterior. En contraste, los mercados habían pronosticado un incremento a 0,9%.
La baja podría suscitar conjeturas de que la eurozona estaría por ingresar en un periodo debilitante de deflación. Una caída de precios puede perjudicar una economía porque los consumidores aplazan sus compras en pos de baratas en tanto que las empresas posponen sus inversiones.
Un número de economistas considera que el Banco Central Europeo, que se reúne dos veces cada mes, podría flexibilizar aún más su política para impedir la deflación en el bloque.
El BCE tiene el mandato de controlar la inflación y el objetivo de mantener los aumentos de precios por abajo de 2%.
Algunos economistas afirman que el BCE podría reducir su principal tasa de interés, de su actual nivel bajo sin precedentes de 0,25% a 0,10%.
Otros consideran que podría decidir hacer negativa su tasa de depósito, medida con la que esencialmente los bancos tendrían que pagar por tener parado su dinero en el banco central.
En teoría, la medida propiciaría que los bancos incrementaran los préstamos para fomentar la actividad económica y alentaría factores inflacionarios.
Por otra parte, en un acontecimiento positivo, Eurostat dijo que el desempleo en la eurozona bajó en diciembre en 129 mil personas.
Esta contracción es la más grande desde la baja de abril de 2007 y se debió principalmente a una disminución de 81.000 en España. Sin embargo, la tasa general de empleo permaneció invariable en 12%.