Despistada durante largos pasajes de su derrota 2-1 el viernes ante Brasil, Colombia se despide de su mejor Copa del Mundo, en la que le pesó la inexperiencia de su joven plantel en una inédita fase de cuartos de final.
FORTALEZA, Brasil / AP
A Colombia le costó 16 largos años regresar a la máxima cita del fútbol, pero en Brasil trituró sus propias marcas.
Sumó más victorias (cuatro) que en todos los cuatro anteriores mundiales que disputó; superó su mejor actuación —los octavos de final de Italia 90_; y dejó a James Rodríguez como máximo goleador colombiano de la historia en estas citas con seis goles.
Tras una brillante eliminatoria, el equipo justificó su estatus de cabeza de grupo ganando todos sus duelos de primera fase, después derrotó a Uruguay en octavos (2-0), y ni siquiera la baja por lesión del artillero Radamel Falcao antes del torneo lo descarriló. Se va con 12 goles a favor y cuatro en contra que hablan de un equipo equilibrado.
«Después de estar mucho tiempo ausente de un Mundial, pienso que este equipo hizo mucho porque se valore el fútbol de Colombia, por mostrar algunos jugadores talentosos y porque compitió siempre con un espíritu importante», dijo el técnico José Pekerman. «…Demostró que venía a hacer un gran Mundial, no a conformarse con participar, me parece que es el hecho más importante que ha dejado esta selección».
El equipo de Pekerman alcanzó cotas excepcionales en su juego colectivo y también encantó al mundo con sus coreográficas celebraciones de los goles. Encontró un inesperado artillero en James, originalmente el armador; desequilibrio en las endiabladas gambetas de Juan Guillermo Cuadrado, que surtió cuatro asistencias; y solidez en una defensa liderada por el infatigable Mario Yepes, de 38 años, y el seguro arquero David Ospina.
«Estamos tristes, pero también tenemos que sentirnos orgullosos porque dejamos la piel, dejamos todo para poder seguir», declaró recién acabado el partido James.
Con 22 años, el enlace de Colombia y del Mónaco de Francia se va consagrado como un crack y metido en la élite.
«El trabajo de James Rodríguez en el Mundial ha sido excelente y nosotros desde mucho tiempo atrás esperábamos este momento del Mundial», dijo el argentino Pekerman. «Es un jugador excepcional que tiene un talento enorme y que tiene ambiciones».
«Sin duda va a demostrar en los tiempos venideros que puede ser uno de los mejores», añadió.
Pero en el duelo definitivo ante los anfitriones, el primero en que no se sintieron cobijados por los miles de aficionados colombianos que cantaron su himno a todo pulmón en los partidos anteriores, el equipo lució nervioso. Nunca había estado por debajo en el marcador en lo que va del torneo, y no supo remontar el tempranero gol de Thiago Silva.
«Tristes por la derrota, pero con la cabeza arriba. El pueblo colombiano se merecía un Mundial así de parte de nosotros, y el compromiso era darlo todo y eso fue lo que se hizo. Se dio lo que más se pudo», dijo el capitán Yepes.
Colombia arrancó el Mundial bajo la sombra alargada de su ‘generación dorada’, la de Carlos ‘El Pibe’ Valderrama y Faustino Asprilla que se clasificó a tres mundiales consecutivos con un admirado juego de posesión pero nunca llegó a alcanzar su potencial.
Pero tras su paso en Brasil, el equipo de Pekerman ya no tiene que vivir del recuerdo de gestas más bien simbólicas como el 1-1 contra Alemania que dio el pase a la segunda ronda de Italia 1990, ni del 5-0 en eliminatorias contra Argentina que terminó en una prematura eliminación en Estados Unidos 1994.
Hasta se dio el lujo de romper el récord del jugador más viejo en disputar un Mundial cuando ingresó contra Japón al portero suplente Faryd Mondragón, de 43 años, el hilo de continuidad entre aquellos equipos que nunca cumplieron sus promesas de grandeza y este que sí lo viene haciendo.
De alguna manera, la experiencia de Mondragón y Pekerman, que dirigió a Argentina en Alemania 2006, cuando también cayó en cuartos ante el equipo local, compensó la inexperiencia de sus jóvenes talentos.
Colombia tiene un promedio de edad de 27 años, pero es mucho menor si se saca a Mondragón y Yepes, de 38 años. Así que el futuro también es promisorio.
«Me parece que la imagen ha sido muy buena, Colombia tiene que estar muy orgullosa de este equipo, de este grupo», valoró Pekerman.