Textos inéditos sobre filosofía escritos por el «Che» Guevara y en los que se nota la influencia de los clásicos marxistas —incluyendo algunos autores estigmatizados durante años por la intelectualidad cubana— fueron presentados ayer en esta capital.
Baja el título «Apuntes filosóficos», el Centro de Estudios Che Guevara y la Editorial Ocean Press, con sede en Australia y que posee una división Latinoamericana, hicieron una recopilación de los escritos, algunos manuscritos o fichas y comentarios de obras leídas o investigadas por el líder guerrillero cubano-argentino.
«No es un libro que él culminó, sino apuntes muy personales», explicó la compiladora del volumen, María del Carmen Ariet, quien por años trabajó con los archivos personales de Guevara.
Impreso en edición rústica, el libro de más de 400 páginas está separado en capítulos que corresponden a las primeras lecturas de juventud de Guevara a mediados de los años 50, cuando recorrió América Latina y vivió en México; aquellas que realizó en la Sierra Maestra y a lo largo de su desempeño como dirigente en Cuba; un tercer capítulo de momentos dispersos y un cuarto con sus análisis durante su estancia en Bolivia, donde murió en 1967.
Tiene también anexos con las fichas de los filósofos estudiados por Guevara.
A modo de introducción, el libro incluye una carta de Guevara al intelectual y dirigente revolucionario Armando Hart, firmada en 1965, cuando el guerrillero se encontraba al frente de un movimiento en Africa.
Según Guevara, la revolución cubana debía publicar no sólo a los marxistas aceptados por la dirigencia soviética sino también a «heterodoxos» como el creador del Ejército Rojo y luego deportado León Trotsky, y sacudirse «los ladrillos soviéticos (los manuales impresos en la antigua Unión Soviética) que tienen el inconveniente de no dejarte pensar; ya (que) el partido lo hizo por ti y tú debes digerir».
Según los escritos presentados ahora por el Centro de Estudios Che Guevara, que tiene todo el archivo personal del cubano-argentino bajo la custodia de su viuda e hijos, Guevara continuó profundizando en Bolivia el pensamiento de Trotsky, estigmatizado por los soviéticos y asesinado por órdenes del líder José Stalin en 1940.
Cuba dio asilo a Ramón Mercader —quien fue sentenciado por el ataque a Trotsky en México— en 1960 tras ser haber sido liberado.
«Hacía falta una biografía intelectual del Che», comentó durante la presentación de «Apuntes…» el filósofo cubano Fernando Martínez Heredia, quien prologó el libro.
Además los escritos de Guevara muestran una aguda lectura de otras personalidades bastante polémicas en aquel entonces como el argelino-francés Louis Althusser o el líder chino Mao Tse Tiung.
La presentación del libro coincidió con un el 84o aniversario del natalicio de Guevara.