Los fabricantes automovilísticos tuvieron, en su conjunto, un mal mes en julio en Estados Unidos, pero los «Tres Grandes» quedaron por debajo de la barrera simbólica del 50% del mercado.
General Motors (GM), Ford y Chrysler no contaban más que con el 48,1% del mercado, que se descomponía en 23,9% para GM, 17,1% para Toyota, 13,7% para Ford, 10,8% Honda, 10,5% Chrysler y 6,7% Nissan, según la consultoría Autodata.
Las ventas de General Motors cayeron un 18,5% el mes pasado, afectadas por la reducción planeada de ventas de vehículos para flotas de alquiler, pero aumentaron en las concesionarias.
GM vendió 320.935 vehículos en el mes. De ese total, las ventas totales en las concesionarias registraron un aumento de 14,5% a 239.192 unidades, anunció la empresa, que no precisó la amplitud de la reducción de ventas a las flotas, que son menos rentables.
Ford, por su parte, reportó un retroceso de 19% en sus ventas de vehículos nuevos en Estados Unidos en julio, con relación al mismo mes de 2006.
«Estamos entusiasmados por los progresos que hemos hecho y por la respuesta de los consumidores a nuestros productos», dijo Mark Fields, presidente Ford para las Américas.
Ford vendió 195.245 unidades, se indicó en un comunicado. El fabricante registró una reducción del 57% de sus ventas a las flotas de alquiler, en el marco de reducción planeada a ese sector, pero acusó también una baja de 17% en sus ventas al público.
El constructor DaimlerChrysler, recientemente adquirido por el fondo norteamericano Cerberus, anunció un retroceso de 9% de sus ventas en Estados Unidos en julio con relación a julio de 2006, debido a un retroceso de las ventas de sus divisiones Chrysler y Mercedes.
DaimlerChrysler vendió 156.314 vehículos en julio, según los datos publicados por el fabricante.
La división Chrysler (marcas Chrysler, Jeep y Dodge) registra un retroceso de 8% en sus ventas, a 137.728 unidades, mientras que las ventas de la división Mercedes sufrieron un retroceso del 14% de sus ventas, con 18.586 unidades.
El fabricante japonés Toyota, por su parte, registró una retracción de 3,5% en sus ventas de vehículos nuevos en Estados Unidos.
Toyota vendió 224.058 vehículos y culpó por la reducción de sus ventas a un «tropiezo general del ramo en julio, en medio de la debilidad del mercado inmobiliario», en un comunicado.
A pesar de este contexto poco favorable, el grupo experimentó «una demanda más intensa de vehículos híbridos crossover (carrocería de todo terreno con motor de berlina).