Indignación por suspensión de EE.UU.


Bolivia «indignada» por «abusiva» suspensión de ley arancelaria por EEUU.


El gobierno izquierdista boliviano recibió con «indignación» la «abusiva» decisión del presidente de Estados Unidos, George W. Bush, de suspender las preferencias arancelarias andinas (ATPDEA) otorgadas a Bolivia, en una nueva fase de las crí­ticas relaciones entre La Paz y Washington.

«Es una actitud abusiva y agresiva de parte de una potencia mundial, contra un paí­s que lo que ha hecho es buscar relaciones económicas y comerciales, bajo un principio de respeto y soberaní­a», afirmó la noche del miércoles el vicepresidente ílvaro Garcí­a.

El mandatario acotó que no se puede dejar de «mostrar indignación», frente a la decisión del mandatario saliente de Estados Unidos que observó la falta de cooperación de Bolivia a la lucha contra las drogas, un requisito para acceder a la ley ATPDEA que permite a naciones andinas exportar a ese paí­s productos sin el pago de aranceles.

Según la autoridad boliviana, el gobierno emprendió acciones para buscar mercados alternativos al estadounidense, a donde se despacha anualmente unos 67 millones de dólares en manufacturas, con beneficios arancelarios, un 13% del total de las exportaciones bolivianas.

El vicepresidente Garcí­a dijo sin embargo que «era previsible» la decisión del mandatario de Estados Unidos, que entrará en vigencia a partir del 15 de diciembre, en alusión al estado crí­tico de las relaciones diplomáticas entre La Paz y Washington.

El presidente izquierdista Evo Morales expulsó en septiembre al embajador estadounidense, Philip Goldberg, acusándolo de apoyar un proceso de conspiración contra su gobierno y a principios de noviembre ordenó la salida de los agentes de la DEA (oficina antidrogas estadounidense), bajo el mismo cargo.

Washington respondió expulsando al embajador boliviano, Gustavo Guzmán, y consideró sin sustento las denuncias que involucran a la DEA en afanes desestabilizadores.

Además, Morales, lí­der de los cultivadores de coca, dijo dí­as atrás que tendrán que sacarlo del poder para que la Drug Enforcement Administration (DEA, por sus siglas en inglés) retorne a Bolivia y planteó a paí­ses de Unasur apoyar la creación de una oficina de inteligencia regional, que reemplace a la estadounidense.

La Casa Blanca dijo al oficializar su decisión comercial, que «si Bolivia mejora su actuación (…), el presidente podrá emitir un decreto para volver a designar a Bolivia como paí­s beneficiario».

Morales, estrecho aliado de los gobiernos de Cuba y Venezuela, no sólo expulsó al diplomático estadounidense y a los funcionarios de la DEA, sino que anunció que emprenderá una campaña internacional para promover el retorno de Cuba a la OEA, organismo regional del que fue expulsado en 1962.

El gobernante boliviano acotó que si ello no ocurre, entonces «vamos a hacer otra OEA sin Estados Unidos», al acusar a Washington de vetar la presencia de Cuba en el organismo internacional.

El poder Ejecutivo boliviano dijo en las últimas horas que tras la pérdida del mercado estadounidense está en marcha la apertura del de Venezuela, paí­s que ofertó comprar todas las manufacturas bolivianas beneficiadas con la norma ATPDEA.

Empresas estatales de los dos paí­ses promueven estos dí­as en La Paz acuerdos entre empresarios privados para la compra-venta de productos, mientras La Paz manifestó su deseo de llegar al mercado venezolano con unos 200 millones de dólares en bienes.

Sin embargo, los empresarios bolivianos pusieron en duda que el paí­s del presidente Hugo Chávez pueda sustituir al estadounidense.

«Tal vez podemos hacer un negocito con Venezuela, pero el mercado estadounidense con sostenibilidad nos iba a dar posibilidades de crecimiento y de mejorar los empleos», afirmó Ramiro Monje, presidente de la patronal Cámara de Exportadores, citado por el matutino El Deber.