La necesidad de la construcción de Estados plurinacionales comunitarios que se fundamenten en el autogobierno, la libre determinación de los pueblos, la reconstitución de los territorios y naciones originarias, en América Latina, es de las conclusiones de la IV Cumbre Continental de Pueblos y Nacionalidades Indígenas que se llevó a cabo en Perú, recientemente.
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Del 27 al 31 de mayo, 6 mil 500 delegados de las organizaciones representativas de los pueblos indígenas originarios de 22 países del Abya Yala (América Latina) y pueblos de ífrica, Estados Unidos, Canadá, Círculo Polar y otras partes del mundo se reunieron en la ciudad de Puno, Perú.
Por medio de estas acciones de articulación, estos pueblos buscan ofrecer una alternativa de vida para sus comunidades a través de la implementación de sus principios y prácticas de equilibrio entre los humanos, la tierra, espiritualidades, culturas y pueblos.
DEMANDAS
Entre las demandas emanadas de la Cumbre destaca la exigencia hacia los gobiernos de la implementación de sistemas legislativos, judiciales, electorales y de políticas públicas interculturales.
«Estados plurinacionales no sólo para los pueblos indígenas, sino para todos los excluidos, haciendo un llamado a los movimientos sociales y actores sociales para un diálogo intercultural, respetuoso y horizontal, que supere verticalismos e invisibilizaciones», concluyeron.
Asimismo, exigieron la reconstrucción de sus territorios puesto que los mismos son considerados fuente de su identidad, espiritualidad, historia y futuro. «Los pueblos y nuestros territorios somos uno solo. Rechazamos todas las formas de parcelación, privatización, concesión, depredación y contaminación por parte de las industrias extractivas», reclamaron.
También reiteraron en su derecho a la consulta y el consentimiento previo, libre e informado, en su lengua propia, a través de las organizaciones representativas de sus pueblos, no sólo de los proyectos sino de toda política y norma de desarrollo nacional que les afecte.
Al concluir las discusiones, acordaron la construcción de un Tribunal de Justicia Climática que juzgue a las empresas transnacionales y los gobiernos que, a criterio de los pueblos indígenas «depredan la naturaleza, saquean los bienes naturales y vulneran los derechos; como primer paso hacia una Corte Internacional sobre Delitos Ambientales».
MUJERES Y JUVENTUD
Por primera ocasión mujeres, niñez, adolescencia y juventud, realizaron paralelamente una I Cumbre Continental; ambos grupos tienen exigencias en común y muy específicas, puesto que pese a que han estado inmersos en las luchas históricas de sus comunidades, han estado invisibilizados.
Según Eduardo Zacayón, director del Instituto de Estudios Interétnicos de la Universidad de San Carlos de Guatemala, ambas cumbres permiten identificar puntos de una agenda global, en términos de una lucha común, por medio de la cual se puede tener un impacto más contundente en la lucha de los pueblos indígenas.Â
A criterio de Vilma Sánchez, comisionada presidencial contra la discriminación y el racismo, pese a que los espacios son distintos, se coincide en un aspecto: la poca responsabilidad que el Estado ha tenido en el cumplimiento, vigencia y observancia de los derechos de los pueblos, enfáticamente hacia las mujeres, la niñez y juventud.
Ambos entrevistados coinciden que pese que se ha dado un paso positivo con las dos cumbres específicas, las mismas son parte de un proceso que debe ser fortalecido, puesto que no porque haya una demanda común en el continente, los gobiernos van a mirar hacia esas poblaciones en lo inmediato.
«No se puede decir que a partir de ahora se van a marcar cambios inmediatos, depende de los niveles de desarrollo que cada país tiene en sus movimientos», dijo Zacayón.
EDUARDO ZACAYí“N
Instituto de Estudios Interétnicos de la Usac
MUJERES: Exhortaron a los organismos internacionales a que reformen los instrumentos relacionados a Pueblos Indígenas, para que se incorporen los derechos de las mujeres. Asimismo, presentar informes alternativos de los avances y cumplimiento de los mismos.
JUVENTUD: Los estados deben reconocer y aplicar como política pública, la salud, educación desde nuestras cosmovisiones milenarias ancestrales heredadas por nuestros abuelos y abuelas. Crear escuelas de formación política, ideológica y técnica para la juventud originaria en fortaleza de las luchas y visiones sociales, políticas, económicas y espirituales.