Indí­genas denuncian exterminio en Argentina


Manifestación. Indí­genas argentinos durante una protesta en la ciudad de Buenos Aires.

La denuncia sobre un virtual exterminio de comunidades indí­genas sumidas en la pobreza y con casos graves de desnutrición en el nordeste de Argentina, llegó ayer a la Corte Suprema de Justicia, informó una fuente judicial.


«Once personas murieron durante el último mes en la provincia del Chaco (nordeste, fronteriza con Paraguay) por causas derivadas de la desnutrición», dijo en un comunicado la organización no gubernamental Asociación Vientos del Sur.

La denuncia por el «exterminio silencioso de comunidades indí­genas tobas» fue presentada por el defensor del Pueblo, Guillermo Mondino, contra el gobierno del Chaco y el Estado federal.

La Defensorí­a del Pueblo envió recientemente una cuadrilla de ayuda a raí­z de las noticias de las muertes por la grave situación social.

Otra organización no gubernamental, el Centro de Estudios e Investigación Social Nelson Mandela habí­a denunciado hace dos semanas un «genocidio sanitario» en el Chaco.

Ante la prensa, el Centro Mandela mostró a una mujer toba de 46 años, habitante de la zona, que pesa 26 kilogramos.

El ombudsman pidió que se disponga una medida cautelar urgente para que se adopten «las medidas necesarias para modificar las actuales condiciones de vida de las poblaciones que se encuentran en una situación de exterminio silencioso, progresivo, sistemático e inexorable».

El Chaco es una de las provincias más pobres del paí­s, cuya población vive de la producción agrí­cola y el empleo público, con elevados í­ndices de pobreza e indigencia.

«La investigación –dijo el ombudsman– permitió arribar a conclusiones alarmantes en orden a la vulneración permanente y sistemática de los derechos humanos básicos de los pobladores».

Según Mondino, se trata de poblaciones que «viven en condiciones inhumanas a consecuencia de la omisión de los Estados provincial y nacional en prestar la mí­nima asistencia humanitaria y social».

La denuncia está fundada en un trabajo de relevamiento realizado por personal de la Defensorí­a del Pueblo que recorrió unas 30 localidades, parajes y lugares de asentamiento de comunidades, explicó la demanda.

De acuerdo a la investigación, los integrantes de las comunidades viven «en ranchos (vivienda precaria) de barro y ramas», sin alimentación adecuada, ni agua potable.

Se registran altos niveles de desnutrición y numerosos enfermos del endémico mal de Chagas, que transmite la vinchuca, un insecto que anida en los techos de paja de las viviendas.

El último censo de 2001 registró la presencia de unos 60.000 personas integrantes de la etnia toba, que en su mayorí­a habitan en la provincia del Chaco.

Aunque no hay cifras oficiales, se estima que en Argentina viven unos 900.000 descendientes de indí­genas que conservan sus tradiciones.