La semana pasada se celebró el “Día Internacional de los Pueblos Indígenas”, el cual estuvo lleno de acontecimientos en la región latinoamericana, por lo mismo se efectuaron celebraciones, protestas sociales, bloqueos viales, pronunciamientos, reflexiones, etc. Pero, más allá de estas conmemoraciones realizadas, es importante saber la situación de los pueblos indígenas en América Latina y revisar algunos de los avances más significativos que se han presentado en los últimos años en materia socioeconómica para este sector de la sociedad.
Algo digno de resaltar es que en el continente americano ya se cuenta con un mandatario indígena de origen Aymara, mismo que venció en las urnas a su contrincante de turno con un amplio apoyo del sector popular de su país, a lo que se puede agregar que ha sido reelecto para otro período más. Llama la atención lo anterior, porque hasta hace unos años, era impensable que un indígena fuera el responsable de dirigir los destinos de un Estado tan conservador como lo es el boliviano; lo que cambió desde 2006 ocasionando cambios estructurales y al mismo tiempo brindó nuevas oportunidades a los sectores más abandonados de este país.
Bolivia está avanzando a grandes pasos en ciertos aspectos, entre los que destaca el combate a la pobreza, y basta mencionar que según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo -PNUD-, este país ha pasado de tener 68.2% de pobreza en 2003 a 28% en 2010. Por otra parte, este considerable descenso de los niveles de pobreza podría explicarse en gran medida, con los niveles de crecimiento que ha presentado la economía boliviana en los últimos diez años. Sin embargo, es prudente hacer la salvedad de que, este crecimiento está determinado por la elevación de los precios de las materias primas que oferta este país al mercado mundial, además del dinamismo que ha ocasionado la fuerte inversión social, que ejecuta el Gobierno en la actualidad.
Similares esfuerzos intenta realizar el Gobierno ecuatoriano, en donde al igual que Bolivia, pretenden implementar innovadores sistemas de educación. Dichos medios tratan de incorporar a los indígenas al actual sistema de producción, al mismo tiempo que intentan dotar de capacidades intelectuales a este sector de la sociedad, mediante nuevos programas de estudios especializados, en los que se ha hecho necesario crear nuevas instituciones, como es el caso de la Universidad Indígena Boliviana.
Sin duda algunos se preguntarán cual es la razón que motiva hablar de estos dos países sudamericanos en esta ocasión, a lo que puede responderse que Bolivia es el país con mayor porcentaje de población indígena en América Latina -62% según PNUD-, y Ecuador aunque no posee un alto porcentaje de población que pertenece a los pueblos originarios, también ejecuta importantes esfuerzos, encaminados a brindar una oportunidad a este sector que por siglos ha estado excluido del verdadero desarrollo.
Comparto la postura de muchos, al afirmar que es insostenible mantener programas asistencialistas, como lo es el caso de Bolivia, en donde se proporcionan algunos bonos específicos para seleccionados grupos de la sociedad. Pero, tampoco puede negarse que las gestiones del presidente Evo Morales han sido atinadas, puesto que, más allá de su discurso que provoca confrontación, ha llevado los destinos de esta sociedad por un interesante camino, en donde han conseguido crecer económicamente pero acompañado de políticas redistributivas en favor de los indígenas del Sur.