Cuando leemos El Quijote de la Mancha, la tragicomedia de Cervantes y las tragedias de Shakespeare y vemos lo que ocurre en el mundo, nos damos cuenta de que Cervantes y Shakespeare realizaron, con portentoso genio y esfuerzo, únicamente un esbozo de la verdadera tragedia diaria en el planeta.
El 27 de abril de 2010 se publicó en el Times de Nueva York la noticia cuyo titular dice y traduzco así: «Aquí para asistir a su familia, dejado a morir en la calle.» Por Fernanda Santos. «Persuadió a su padre para que bendijera su partida de su pobre aldea en las montañas de Guatemala, según el trazo de su plan. Iría a trabajar duro y ahorrar suficiente dinero para comprar a su familia un pedazo de tierra más grande. El joven, Hugo Alfredo Tale-Yax y su padre, Juan Pablo Tale, se mantuvieron en contacto y durante los últimos ocho años, el Sr. Tale-Yax parecía, para su padre, seguro de que llevaría a cabo su promesa. La última vez que hablaron, en este mes, le dijo a su padre, «Allanaré las dificultades y llevaré a cabo el plan». Según recordó el señor. Tale en una entrevista telefónica desde su pueblo natal; un lugar llamado La Esperanza. Lo que el padre no sabía es cuán lejos estaba el plan de convertirse en realidad. El Sr. Tale-Yax de 31 años, hacía su vida como un trabajador empleado por día y, cuando la economía se desmoronó, también se desmoronaron sus probabilidades laborales. Se quedó sin hogar y se puso a beber, pero escondió sus dificultades y rechazó ofertas de ayuda, dijo su hermano mayor, Rolando. Un video de vigilancia ubicado en una calle de Jamaica, Queens, capturó los momentos finales de la vida del Sr. Tale-Yax, el 18 de abril: Una pareja discute, el Sr. Tale-Yax viene en ayuda de la mujer y, el hombre lo apuñala en el estómago y sale corriendo. Ayudar a una extraña fue el último acto de un hombre abatido. El video ha hecho titulares alrededor del mundo, no por su brutalidad, sino por la indiferencia que transmite. í‰ste muestra al Sr. Tale-Yax tirado bocabajo por más de una hora sobre una banqueta en la calle 144, cerca de 88th Road, mientras docenas de personas pasan con indiferencia… sin que les importe. Rolando Tale-Yax, de 38 años, dijo que a su hermano le daba vergí¼enza aceptar la derrota y regresar a Guatemala. El consulado de Guatemala en Nueva York pagará la repatriación del cadáver del Sr. Tale-Yax, como lo ha hecho por otros guatemaltecos indigentes que han muerto en Nueva York, informó Rosa María Mérida de Mora, la cónsul general.» Finaliza la traducción libre de partes conducentes. Daniel Defoe, en su obra Robinson Crusoe, concluyó con la justificación del canibalismo, cuando comenta que cada cultura tiene sus propios códigos y su propia moral dentro de sus costumbres y civilizaciones y, tiene razón. Pero es cruel que los guatemaltecos tengan que aceptar que Guatemala, como República, no pueda producir las condiciones para establecer una economía que permita evitar que emigren para enviar divisas que, finalmente, van a parar a los bolsillos de ávidos banqueros y de conocidos monopolios y oligopolios, que la Constitución de la República prohíbe, para sacarlas de nuevo a gordas cuentas en los Estados Unidos y Europa. Ese canibalismo persiste en Guatemala con la misma indiferencia con la que los transeúntes neoyorquinos vieron, por una hora entera, el cadáver de un guatemalteco que, por su resonancia mundial, ahora no será enterrado como XX en cualquier fosa común.