Los fabricantes de automóviles sueñan con producir en India el coche más barato del mundo, a menos de 3 mil dólares, en momentos en que se agudiza la competencia internacional por el nicho de vehículos muy accesibles.
El francés Renault y el japonés Nissan apuestan por la construcción de un automóvil a precios imbatibles, concebido y fabricado en el reino del trabajo a costos reducidos, adonde muchas empresas han trasladado sus operaciones.
«Estamos viendo cómo podríamos producir un coche a 3 mil dólares (2 mil 300 euros) en el marco de la alianza entre Renault y Nissan», afirmó la semana pasada Carlos Ghosn, presidente de ambos grupos.
Ghosn había mencionado el proyecto por primera vez en abril, y Renault lo confirmó este mes.
«Lo más probable, si fabricamos este tipo de vehículo, es que se haga en India porque los proveedores y las fábricas están allí y el ambiente sería muy favorable a una definición del producto, a una ingeniería y a una fabricación muy frugales», agregó Ghosn.
El número uno de Renault-Nissan está convencido de que «la batalla entre fabricantes automovilísticos se desarrolla también en el campo de los vehículos baratos».
«India está mejor ubicado que China gracias a sus bajos costos de producción y a una ingeniería de calidad», consideró Abhumanisme Sosat, analista de la casa de corretaje Sushil Finance.
Renault, cuyas ventas mundiales están en baja, ha apostado fuerte por India. Aquí lanzó su exitoso sedán Logan, ensamblado con su socio Mahindra and Mahindra cerca de Bombay (oeste), a un ritmo de 50 mil unidades por año.
Los dos asociados construirán una fábrica en Madrás (sur) con una capacidad de producción anual de 400 mil vehículos, entre ellos el Logan. Nissan se les unió en este proyecto de 686 millones de euros.
El grupo franco-japonés corre detrás del conglomerado indio Tata, cuya filial Tata Motors prepara un «coche del pueblo» a 100 mil rupias (2 mil 500 dólares), por lejos el más barato del mundo.
Tata, que ya fabrica modelos de baja gama, espera lanzar este automóvil hipercompetitivo antes de fines de 2008. Un prototipo ya está pronto: sería un coche para cuatro pasajeros con un minúsculo motor de 630 cm3, el cilindraje de una moto grande.
En el mismo nicho, el indio Xenitis, aliado del chino Guangzhu Motors, comercializará a fines de 2008 su «coche popular» en torno a los 2 mil 500 dólares, prometió el director de la estrategia, Suparna Maitra.
El rey de la mini berlina, el indo-japonés Maruti-Suzuki, inunda desde hace 25 años el mercado indio con el Maruti 800, apenas más grande que un Fiat 500, pero a un precio de 5 mil dólares.
Dada la avidez de los indios por los vehículos simples, el japonés Toyota, el estadounidense General Motors y el surcoreano Hyundai, ya implantados en India, también miran de reojo esta futura plataforma de producción de coches a muy bajo precio.
A partir de 2009, el alemán Volkswagen ensamblará en Pune (oeste) 110 mil automóviles por año, del tamaño de su modelo Polo.
Por ahora hay sólo siete millones de coches para mil 100 millones de habitantes en las rutas mal conservadas de India, contra uno cada dos habitantes en Europa o en Estados Unidos.
Los indios compraron 1,1 millones de automóviles en 2005. La cifra se duplicaría de aquí al 2010.
Pero por primera vez en tres años, las ventas cayeron en abril y mayo a raíz del alza de las tasas de interés.
«Los créditos automovilísticos están en su mayor nivel», confirmó Govindarajan Chellappa, de Credit Suisse, lo cual obliga a los concesionarios a otorgar descuentos y a los fabricantes a bajar sus tarifas.