Independientes aspiran a tener mayorí­a


El pequeño Partido Independiente (PI) podrí­a convertirse en la llave de la mayorí­a parlamentaria tras las elecciones del 25 de octubre en Uruguay, y adquirir un protagonismo inusitado para una formación que según las encuestas cosecha apenas el 3% de las adhesiones.


Esa es la apuesta del PI, que prácticamente ha duplicado sus adhesiones desde julio pasado y espera beber de la fuente de indecisión que está ganando a los electores: los indecisos se ubican entre 10% y 12%, y parecen ir en aumento a medida que se acercan los comicios.

«Esa es nuestra apuesta», dijo a la AFP Pablo Mieres, lí­der del partido y candidato a la presidencia, al explicar que su agrupación busca «un papel de gobernabilidad, y para cumplir con ese papel, necesitamos un respaldo electoral suficiente» que los coloque en ambas cámaras del Parlamento.

El ex guerrillero José Mujica, candidato presidencial de la coalición oficialista de izquierda Frente Amplio, y el ex presidente Luis Lacalle (1990-1995), encabezan -con adhesiones de 44% y 30% respectivamente según las encuestas- la carrera electoral, y se anticipa que irán a una segunda vuelta prevista para el 29 de noviembre.

«Uruguay va a necesitar un puente, un partido polí­tico con capacidad de diálogo con las dos partes, porque se han dinamitado los puentes Mujica-Lacalle», pues ambos «han extremado sus discursos de descalificación» en la campaña.

«Eso crea un panorama difí­cil gane quien gane» por lo que se necesita un partido «que de alguna manera genere las condiciones de gobernabilidad», agregó.

Mieres advirtió que el PI no se plegará a ninguno de los dos candidatos para la segunda vuelta.

«Creemos que entre la gente que nos vota a nosotros hay de todo, gente que va a votar para un lado y gente que va a votar para el otro», sostuvo el candidato. Y en segundo lugar, «si nosotros nos volcamos (para uno de los dos lados), nos inhabilitamos para el papel articulador y (perderí­amos) nuestra capacidad de diálogo en la interlocución futura».

La aspiración del PI «no es ayudar a ganar, sino ayudar a gobernar», agregó.

El Frente Amplio ostentó una mayorí­a absoluta parlamentaria en la última legislatura, aunque según las encuestas, la coalición oficialista no alcanzarí­a esa mayorí­a en esta ocasión.

Mieres estimó que en la última legislatura hubo «yesos, manos levantadas disciplinada y unánimemente, que han impedido que el Parlamento cumpla la función que debe cumplir en un sistema democrático, que es la función de control, de debate, de polémica, y la función de búsqueda de acuerdos».

«Las mayorí­as absolutas siempre son negativas, sean para el partido que sean», consideró, y agregó que en la pasada legislatura «el Parlamento fue un ámbito de convalidación, una especie de oficina certificadora de leyes».

«No sé cómo será el resultado dentro de quince dí­as, pero es probable que tengamos la llave de las mayorí­as» parlamentarias, dijo.

«Es posible» que la suma del Partido Nacional y el Partido Colorado (los dos partidos tradicionales, con afinidades polí­ticas e ideológicas), por un lado, y el Frente Amplio por el otro, «no lleguen al 50%, pero estén cerca», y que el PI «tenga el fiel de la balanza», afirmó Mieres.