La Fiscalía de la Mujer reporta un aumento en casos de incesto en el país; tanto niños como niñas son vulnerables a ese tipo de delitos, según esa sección del Ministerio Público.
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Sólo en la capital se han llegado a reportar hasta 28 casos de delitos sexuales que padres cometen contra sus hijos; ocho más en comparación al año anterior.
Norma Cruz, analista de la Fundación Sobrevivientes, opina que los ilícitos de esa naturaleza «siempre han estado ahí» y que lo que se ha incrementado es el número de denuncias, sin embargo, existe una cifra que no es reportada por el MP.
VULNERABILIDAD
Vilma González, de la fiscalía de la niñez, confirmó que los casos de violaciones en los que los padres resultan siendo victimarios van en aumento.
La fiscal explicó que tanto niñas como niños son vulnerables a ese tipo de hechos y que la mayor parte de víctimas se encuentran entre los ocho y trece años de edad.
Gonzáles añadió que todos los casos que ingresan a esa fiscalía van a juicio y explicó que el testimonio de las víctimas es «fundamental». «Son los menores que viven en carne propia los que pueden indicarle al tribunal el tiempo modo lugar y cómo se dieron los hechos, además, reconocer plenamente al agresor», añadió.
La fiscal explicó que en los casos de delitos sexuales las secuelas son irreversibles y que sin un tratamiento adecuado estas podrían devenir en trastornos severos.
Los datos de la fiscalía refieren que cada sección de turno recibe hasta cuatro casos mensualmente, lo que suma un promedio de 28 casos, sólo en la capital, sin embargo, no descartó que a ese número se le puedan sumar los de los departamentos.
MíS DENUNCIAS
Norma Cruz, analista de la Fundación Sobrevivientes, opinó que los casos no se están incrementando en la capital sino que las familias están denunciando más los hechos. «Es una realidad muy triste de nuestro país porque el incesto se da con demasiada frecuencia», indicó Cruz.
La entrevistada calificó ese tipo de temas como «incivilizados» en la sociedad e indicó que constituyen básicamente «el secreto del que nadie quiere hablar».
Cruz indicó que en la medida que se reportan más juicios y más condenas contra los agresores la gente toma la confianza y supera el mito de que es un problema que no debe hablarse en público.
La analista agregó que, en particular, las secuelas de ese tipo de violencia es irreversible: «al menor se le quiebra la confianza en su núcleo familiar porque aquel que debería protegerlo lo agrede, pero no sólo él (victimario) sino en el adulto y personas a su alrededor y se convierte en alguien muy solo», declaró.
Señaló, además, que los casos de incesto generan mayores efectos sociales y daños en las víctimas cuando como producto de esa agresión quedan embarazadas.
El Tribunal Segundo de Sentencia preside el juicio contra Alfonso Mayén Valenzuela, de 58 años, quien es acusado por el delito de violación agravada en contra de su propia hija.
La fiscalía indica que el acusado cometió ese hecho desde enero de 2006 hasta noviembre de 2007 cuando la víctima tenía 13 años. El MP espera la declaración de la menor víctima de ese hecho para lograr una sentencia condenatoria en contra del procesado.