La taxonomía es la ciencia de la clasificación. Esta ciencia ha sido útil para clasificar a los seres vegetales y a los seres animales. Clasificar es, en general, formar clases. Una clase es un conjunto de cosas que tienen por lo menos una propiedad común. Los números pares, por ejemplo, constituyen una clase de cosas, cuya propiedad común es ser números que son exactamente divisibles por el número dos.
Hay un teorema taxonómico que puede enunciarse así: si en un mismo género de cosas se especifica una clase, necesariamente se especifica también otra clase, constituida por las cosas que no pertenecen a la primera clase. Si, por ejemplo, en el género de cosas que son números se especifica la clase de los números pares, necesariamente se especifica también la clase de números que no son pares.
Algunas expresiones cotidianas del lenguaje implican especificar una clase; pero me crean incertidumbres taxonómicas, porque no sé cuáles cosas pertenecen a la otra clase que necesariamente también se especifica. He aquí algunos ejemplos de esas expresiones.
La expresón “derechos humanos” pretende especificar, en el género de los derechos, la clase de derechos que son humanos. ¿Hay también, entonces, derechos que no son humanos? ¿Hay, por ejemplo, derechos minerales, o derechos vegetales, o derechos animales? Y si los derechos implican obligaciones, y hay derechos minerales, vegetales o animales, ¿cuáles serían las obligaciones de los seres minerales, vetales o animales? Si los derechos sólo pueden ser derechos humanos, ¿por qué especificar que son humanos?
La expresión “persona humana” pretende especificar, en el género de las personas, la clase de personas que son humanas. ¿Hay también, entonces, personas que no son humanas? Si las personas no humanas son las personas divinas, ¿se pretende que, en la vida cotidiana, uno encuentra personas humanas y personas divinas, y por eso hay que especificar la humanidad o no humanidad de las personas? Si no hay personas no humanas, o las hay pero es imposible encontrarlas en la vida cotidiana, ¿por qué especificar que la persona es humana?
La expresión “testigo presencial” pretende especificar, en el género de los testigos, la clase de testigos que han estado presentes en la circunstancia de espacio y tiempo en que ocurre el suceso que es objeto del testimonio. ¿Hay también, entonces, testigos que no son presenciales? Todo testigo es necesariamente presencial. Si es así, ¿por qué especificar que el testigo es presencial?
La expresión “sociedad civil” pretende especificar, en el género de las sociedades, aquella que no es civil. ¿Hay también, entonces, una sociedad no civil? ¿Esa sociedad no civil es, por ejemplo, sociedad militar, o religiosa, o secreta? Supongamos que, en un Estado, la sociedad civil es aquella que está constituida por los gobernados, y la no civil es aquella que está constituida por quienes gobiernan. ¿Entonces un Estado está constituido por dos sociedades, es decir, por una civilm que es la gobernada, y por una no civil, que es la que gobierna? Especificar que la sociedad es civil tiene sentido si se define cuál es la sociedad no civil. Por ejemplo, Kant distinguía entre sociedad civil y no civil, y definía la sociedad no civil (que él denominaba “status naturalis) de esta manera: la sociedad no constituida jurídicamente. Si no se define cuál es la sociedad no civil, ¿por qué especificar que la sociedad es civil?
Post scriptum. Dícese “testigo ocular”. ¿Habría que especificar también que el testigo es auditivo, o gustativo, u olfativo, o táctil?