El caso de Madeleine McCann sigue siendo un completo misterio tres meses después de su desaparición, mientras la prensa especula a propósito del supuesto hallazgo de restos de sangre en la residencia que ocupaban la pequeña y su familia en el sur de Portugal.
Los investigadores no confirmaron ni desmintieron informaciones de medios portugueses según las cuales perros rastreadores detectaron restos de sangre en la habitación de los Mccann en el apartahotel Ocean Club, en Praia da Luz.
Según fuentes próximas a la investigación, las muestras van a ser analizadas en un laboratorio británico, que determinará si pertenecen o no a la niña, que cumplía cuatro años días después de su desaparición el 3 de mayo.
Con esta revelación, el caso dio un giro y según los medios, las autoridades consideran ahora más plausible la tesis del asesinato o la del accidente, sin descartar la del secuestro, principal línea de investigación hasta ahora.
Gerry y Kate, los padres de la niña que llevan a cabo una gran campaña internacional con el apoyo de personalidades como el futbolista David Beckham o la autora de Harry Potter, J.K. Rowling, insisten en que la niña está viva.
«No somos ingenuos, pero en varias ocasiones la policía nos aseguró que buscaban a Madeleine viva. Kate y yo estamos convencidos de que estaba viva cuando fue secuestrada», dijo el martes Gerry McCann.
Por su parte, Kate confesó recientemente el sentimiento de culpabilidad de ella y su marido por haber dejado a Madeleine y a sus hermanos gemelos de dos años dormidos en la habitación mientras ellos cenaban en un restaurante a unos 50 metros.
Algunos medios especulan con que la pareja está implicada en la desaparición.
«Es ridículo pensar que matamos a nuestra hija», declaró Gerry McCann en una entrevista con la revista portuguesa Expresso publicada este viernes en internet.
La policía «nunca acusó a la pareja McCann de nada», dijo esta semana un responsable de la policía judicial a la agencia Lusa. «En un caso como este, hasta que no haya evidencias, todo el mundo es sospechoso».
Los McCann acudieron a los locales de la policía judicial en Portimao (sur) el miércoles, como acostumbran a hacer semanalmente, para tratar las novedades, informó el nuevo portavoz de la familia, David Hughes.
«Queremos saber la verdad (…) Sería sorprendente que la sangre pertenezca a Madeleine y que no se hubiera encontrado hasta ahora», dijo Gerry.
Robert Murat, que se dice inocente, es el único sospechoso conocido hasta el momento.
El pasado fin de semana, los investigadores portugueses y británicos, que trabajan conjuntamente en el caso, rastrearon de nuevo el chalé de este británico de 33 años, que dista sólo un centenar del metro del club.
En estos meses, numerosas personas dijeron haber visto a la niña en varios países. Pero ninguna pista ha dado resultado. El sábado se cumplirán cien días 100 sin Maddie.
Gerry McCann, padre de la niña.