Un histórico homenaje a Fidel Castro por sus 80 años entró hoy en su tercer día en Cuba con la ausencia del presidente y su hermano Raúl, mientras crece la incertidumbre sobre la reaparición del convaleciente líder cubano en el desfile militar del sábado.
La jornada comenzó temprano con una revista militar en la oriental Santiago de Cuba, segunda ciudad de la isla, prosiguió con un coloquio internacional sobre la obra de Fidel y cerrará con un megaconcierto en que artistas de Latinoamérica cantarán al líder cubano.
Pero ninguno de los hermanos Castro se presentó hasta ahora en los actos, lo que, a poco concluir el festejo, aumentó la expectativa sobre si reaparecerá Fidel en el desfile militar en la Plaza de la Revolución o antes, el viernes, en la clausura del homenaje que le brinda la Fundación Guayasamín desde el martes.
Funcionarios cubanos que asisten hoy al coloquio, entre ellos el presidente del parlamento Ricardo Alarcón, se niegan a hablar con la prensa sobre la salud de Castro -operado el 27 de julio tras una hemorragia intestinal-, o su eventual reaparición.
Un mensaje escrito de Castro en que explicó que no estaba «en condiciones» de asistir al tributo -leído el martes en la gala de apertura-, inquietó a sus seguidores, que esperan verlo de uniforme verde olivo en la revista militar, y agigantó las dudas sobre su real estado de salud, declarada «secreto de Estado».
Mientras tanto continúan las exaltaciones con tintes de despedida. «Es un hombre del renacimiento y el revolucionario más grande que ha producido la humanidad», dijo el diputado argentino Miguel Bonasso, quien aclaró no haber visto más a Castro desde que lo visitó en septiembre donde convalece.
«La vida de Fidel Castro puede tener fin. Pero su obra, sus ideas no tienen estación final», expresó el cantante uruguayo Daniel Viglietti, quien estará en el concierto, junto con los trovadores cubanos Silvio Rodríguez y Pablo Milanés.
Unas 1.800 personalidades de 80 países participan en el tributo, entre ellas el dirigente sandinista Tomás Borge, el ex presidente ecuatoriano Rodrigo Borja, el político chileno Volodia Teitelboim, el activista norteamericano James Cockcroft.
El primer presidente en llegar a Cuba para las celebraciones fue el haitiano René Preval hoy, mientras se espera al de Bolivia, Evo Morales, y al electo de Nicaragua, Daniel Ortega.
Como preámbulo al desfile del sábado, que conmemora el 50 aniversario del desembarco del yate Granma y el 80 cumpleaños de Castro, hoy tuvo lugar una parada militar en Santiago de Cuba para rememorar el levantamiento armado de esa ciudad en apoyo a la llegada de Fidel y otros 81 hombres a las costas del sur para iniciar la lucha guerrillera.
En el acto, en el que participaron unas 200.000 personas, era esperado Raúl, ministro de las Fuerzas Armadas y quien sustituye a Fidel en el poder desde el 31 de julio.
Casi siempre Raúl encabeza los actos históricos en esa ciudad, pero esta vez dejó a los tres Comandantes de la Revolución, Juan Almeida, Guillermo García y Ramiro Valdés, presidir la revista militar.
Durante el discurso central, Valdés, de 74 años, exaltó la figura de Raúl como «cancerbero» de la revolución y advirtió que la ausencia de Fidel del poder, no ha debilitado la revolución en estos cuatro meses.
«El enemigo yanqui y contrarrevolucionario ha recibido una clara advertencia de que no se haga ilusiones. Nunca hemos sido más fuertes», dijo Valdés, veterano del asalto al cuartel Moncada (1953), del desembarco del Granma (1956) y de la lucha en la Sierra Maestra.
Más de 300 mil personas marcharán el sábado y serán exhibidos aviones de combate Mig y helicópteros MI-17, tanques, cohetes antiaéreos autopropulsados, carros blindados y otros equipos soviéticos modernizados por las FAR.
En ese desfile se da por descontado que estará Raúl, quien reapareció ayer tras casi un mes de ausencia en la escena pública, en un homenaje a Silvio Rodríguez por su 60 cumpleaños.
Allí dijo que vería a Fidel poco después y le llevaría los saludos de los escolares que participarán en el desfile.