El incendio forestal que lleva alrededor 26 días ha ocasionado la suspensión de acceso al cerro Pecul, debido a que amenaza con destruir la arboleda del volcán Zunil y los nacimientos de agua.
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Elementos de las fuerzas castrenses informaron que es necesario restringir el acceso a este lugar, debido a que el fuego cada vez se hace más fuerte, lo que presenta «peligro».
Un grupo de pobladores abrió brechas para evitar que el fuego llegue a las faldas del cerro y destruya las plantaciones de hoja de maxán, pero el siniestro avanza rápidamente, pese a los esfuerzos.
Personal del Sistema de Prevención y Control de Incendios Forestales (Sipecif) ha manifestado que se corre el riesgo que el incendio se propague y ataque los nacimientos de agua, principalmente al río Ixtapa, que ofrece el vital líquido a Mazatenango y a otros lugares de la costa sur.
ANTECEDENTES
A principios del mes de febrero, ocho departamentos del país fueron afectados por este tipo de siniestros, los cuales arrasaron con árboles, rótulos y postes que dañaron la red de energía eléctrica.
En aquella ocasión la causa de los incendios fueron las ráfagas de viento que llegaron a alcanzar 60 kilómetros por hora.
Dichas catástrofes se suscitaron en las faldas del Volcán de Agua, en la finca El Salto, en el Cerro Mirandia y en la Aldea Vallarta en Taxisco, Santa Rosa. Sin embargo, los desastres más grandes se dieron en Escuintla.
ORIGEN
La mayoría de incendios forestales se suscitan «por la mano del hombre»; sin embargo, se destaca que las fuertes ráfagas de viento son una de las causas, así como los días de verano cuando hay demasiado sol.
PRECAUCIONES
Entidades como la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) señalan que la clave para la lucha contra los incendios forestales debe iniciar evitándolos, por tanto recomienda:
No hacer fuego en el bosque ni tirar colillas de cigarros o fósforos.
En la época de riesgo, no acampar, ni utilizar fuego en los montes, mucho menos arrojar basura o residuos de combustible.
Si nunca ha colaborado para apagar un fuego, no se meta, pone en riesgo su vida y la de otras personas.
Conserve la calma y obedezca siempre las instrucciones de los cuerpos de socorro, expertos o conocedores del lugar.
Si su ropa se incendia, no corra, ruede por el suelo.