A dos años de que fuera concluida la construcción de la casa materno-infantil “Dulce Espera†(Kochoo Ixoqib’ rax Kiwach Uchomaal oye’xiik) en Baja Verapaz, autoridades locales y el comité de gestión y sostenibilidad, inauguraron las instalaciones, con lo que oficialmente inicia la atención de partos en mujeres.
Ana Victoria Maldonado, una de las impulsoras del proyecto dijo que este logro es parte de la justicia reclamada por las mujeres y la posibilidad de contar con un lugar digno para cumplir una labor que se les ha encomendado históricamente.
Darío Molineros, del Comité de Gestión y Sostenibilidad indicó que la casa materna es una estrategia del plan de reducción de la mortalidad materna; en América Latina existen proyectos que brindan estos servicios desde hace 21 años y que han tenido buenos resultados.
Odilia Pablo, representanta de las organizaciones de mujeres y del OSAR, informó que con este esfuerzo de las mujeres contribuyen con un granito de maíz a la reducción de la mortalidad materna, con el apoyo de varias instancias y de las autoridades del departamento.
Pablo recordó que desde que inició la gestión del hogar se han enfrentado a muchas dificultades como Comisión Departamental de la Mujer y por el hecho de ser mujeres que luchaban para hacer realidad un edificio exclusivo donde atender a quienes den a luz.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) fue la entidad que dotó de material al hogar materno infantil “Dulce Esperaâ€, que tiene una capacidad de atender y dar alojamiento a unas 12 mujeres, con un acompañante; las autoridades del área de salud se han comprometido a brindar personal de guardia y enfermería; en lo que va del año se han registrado cinco muertes maternas en Baja Verapaz.