Más de 20 asesinatos se han registrado en Guatemala, vinculados a las elecciones generales de 2011. Un análisis efectuado por el grupo In Sight, indica que los crímenes podrían aumentar y los principales autores: el crimen organizado y su incursión en el financiamiento de las campañas políticas.
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Los últimos ataques perpetrados contra candidatos a alcalde en el municipio de San José Pinula son el ejemplo más reciente de violencia electoral en Guatemala, según el análisis presentado. Además, refiere el asesinato, en enero pasado, del hijo de un candidato a alcalde por el municipio de San José, Escuintla; seguido por el asesinato de otro candidato a la alcaldía de un municipio de Jutiapa, fronterizo con El Salvador.
Para In Sight, estas podrían ser las elecciones más polarizadas de Guatemala, superando el 2007, año de elecciones mortales, con al menos 40 asesinatos de candidatos, miembros de los partidos, asistentes de la campaña y sus familiares.
Haciendo eco a un informe del International Crisis Group (ICG) señala que una de las razones principales de la espiral de violencia contra candidatos de elección a cargos públicos, es el alcance del crimen organizado en la política.
El informe resalta que la debilidad de las instituciones guatemaltecas, especialmente de los partidos políticos, es la falta de transparencia en la rendición de cuentas sobre el financiamiento de sus campañas políticas; razón por la cual, los políticos buscan a grupos criminales y redes ilícitas que operan en Guatemala, para el financiamiento de sus campañas.
Como resultado, aún no han sido reveladas las fuentes de financiamiento de millones de dólares utilizados para las campañas políticas. En 2007, los dos principales partidos políticos, UNE y PP, debieron haber gastado $15 millones más de los que han reportado en la realidad.
De acuerdo con las memorias electorales de 1985 al 2007, los partidos que superaron el cinco por ciento de votos a su favor han percibido Q22 millones 636 mil 848.
Debido a que el sistema electoral les permite a los partidos gastar el equivalente en quetzales a US$2 por cada ciudadano empadronado —Q48 millones para el 2011— en la campaña las organizaciones se dan a la tarea de buscar financistas bajo la promesa de pagarles al triunfar.
Para los analistas de In Sight, esto crea un ambiente perfecto para los grupos criminales que buscan aumentar su influencia en los funcionarios públicos, y con ello comprometerlos “a hacerse de la vista gorda sobre las operaciones ilícitas que realizan en el país, como el trasiego de drogaâ€.
Pero el principal objetivo de los grupos del crimen organizado y que los vuelve vulnerables durante las temporadas de campaña, son los alcaldes. De acuerdo con el informe, esto se debe a la influencia que tienen sobre las fuerzas de seguridad, al momento de determinar la política de seguridad local.