Las reformas a la Ley Orgánica del Organismo Legislativo (LOOL) ya están listas y traen consigo una serie de cambios que pretenden disminuir el transfuguismo, mejorar la imagen y fortalecer la institucionalidad del Congreso, por el alto desprestigio que tiene este organismo. Sin embargo, la propuesta aún no cuenta con los consensos necesarios para su aprobación.

En el 2011 el Barómetro Latino indicó que un 74% de guatemaltecos entrevistados confiaban poco o nada en el Congreso.

Mientras,  el informe sobre cultura política de la democracia en América Latina (LAPOP), aunque muestra un progreso, señala que la imagen del Congreso tenía 36% de aprobación en 2011 y 41%  en 2012, lo cual significa que casi un 60% de los guatemaltecos no confía en el Organismo Legislativo. Pero esto no es casualidad.

Los diputados se han esforzado mucho para que los guatemaltecos tengan esa impresión del Congreso; solo en cuestión de dos años 63 diputados han cambiado de bancada, el 39 por ciento del total de los congresistas, según reportó en un estudio del Instituto Holandés para la Democracia Multipartidaria (NIMD, por sus siglas en inglés).

A esto se le suman las constantes riñas entre diputados que han desviado la discusión legislativa, las cuales han estado acompañadas de insultos y agresiones, ya que en ocasiones algunos se han dado empujones o lanzado entre ellos objetos, como botellas de plástico.

Y lo que parece más crítico es el desinterés por transparentar la gestión de los diputados –rodeada de serios señalamientos de corrupción– y el aparente desinterés de los representantes por los problemas que a diario aquejan a los ciudadanos.  Pero, a todo esto, se tiene que agregar que la prácticamente nula producción legislativa se viene a unir a una permanente intención de constituirse como gestores de obras públicas a los ojos de la ciudadanía. En resumen, el guatemalteco ve al diputado como al oportunista del negocio.

LOS CAMBIOS

Durante todo el 2013 la Comisión de Apoyo Técnico realizó una serie de foros en los cuales participaron todas las bancadas representadas en el Congreso.

Esto con el objetivo de que cada agrupación parlamentaria expusiera los cambios que considera convenientes para mejorar la imagen del Congreso y así incluirlos en la LOOL.

El expresidente del Congreso Ricardo Gómez Gálvez, que actualmente ejerce como asesor del NIMD, indicó que las reformas a la Ley, tal y como han sido planteadas, abarcan muchos temas, tales como que las presidencias de las comisiones de trabajo duren dos años y no uno, como ahora, para no interrumpir el trabajo.

Otro aspecto destacado para Gálvez es que la interpelación no interrumpa el trabajo legislativo, pero en eso todavía no hay consensos entre los congresistas.

Aún no hay claridad para determinar qué procedimiento utilizar, pues según la Constitución, el derecho de la interpelación es privilegiado, pero por lo sucedido desde el año pasado, es más probable que sí  se pueda establecer una forma diferente para que se pueda interpelar.

De acuerdo a la reforma que se plantea, la interpelación ocuparía las primeras dos horas de la sesión plenaria; la diputada de Encuentro por Guatemala, Nineth Montenegro opina que no es “lógico” y que lo ideal sería que se estableciera que dos días de la semana sean para interpelar y otros dos días para legislar y considera que los diputados si asistirían porque quieren cobrar sus dietas.

Por su parte, el diputado y presidente de la Comisión de Apoyo Técnico, Jairo Flores opina que cree conveniente que se consigne que la interpelación se haga durante las dos primeras horas de la sesión plenaria, porque sólo así se podrá evidenciar quienes son los que no quieren trabajar y entrampar la agenda parlamentaria.

El exdiputado Gómez también menciona que se harán cambios en las normas que rigen la administración del Congreso, con el fin de fortalecer lo que se hizo en el 2008 –al separar las gestiones administrativas de las legislativas–, esto debido a que es necesaria una reorganización de las acciones del Organismo Legislativo, por lo que se pretende crear nuevas direcciones.

En torno a esto la diputada Montenegro opina que es conveniente alejar más a la Junta Directiva de la administración del Congreso, ya que hasta ahora ha estado muy  concentrado el poder en la Presidencia del Congreso y que esto no debería ser así, porque un diputado no tiene que dedicarse a otra actividad que no sea la de legislar, mediar y fiscalizar.

En cuanto al tema de la reducción del transfuguismo, Flores explicó que las reformas establecen que un diputado no se podrá mover de bancada hasta el tercer año de legislatura, lo cual la diputada Montenegro considera que es imposible, pues “lamentablemente” la curul le pertenece al diputado y no  a la bancada.

Por su parte, Gálvez ve difícil que se pueda establecer una ley que reduzca el transfuguismo, ya que no se le puede obligar a un diputado a permanecer en una bancada, porque los parlamentarios, según la Constitución, son representantes del pueblo y no de los partidos políticos.

El analista Renzo Rosal considera importante reducir los espacios para el transfuguismo político, al que considera como una traición para los electores. “Los ciudadanos votan por los diputados en listados de partidos, así que no es correcto que luego se cambien de bancada de acuerdo a sus intereses particulares”, indica.

De acuerdo con Rosal, lo ideal de una reforma legislativa será evitar que los diputados cambien de bancada y por eso considera que se debe plantear una propuesta contundente del tema.

“El sistema está preso por los políticos y solo con la presión ciudadana se pueden concretar los cambios”, puntualiza.

El presidente de la Comisión de Apoyo Técnico también indicó que se establece regular el comportamiento de los diputados dentro del hemiciclo, esto por la serie de sucesos que se han dado, en los cuales ellos se han agredido tanto física como verbalmente.

Flores expresó que se establece que si algún diputado ocasiona desórdenes o agresiones dentro del hemiciclo será multado o expulsado del pleno.

De acuerdo a esto, el del NIMD informó que sobre las sanciones por desórdenes en el hemiciclo no se pronuncia, porque considera que son normas que deberían estar incluidas en un reglamento de procedimientos parlamentarios y no en la LOOL.

SIN ACUERDO

El Presidente del Congreso, Arístides Crespo, agregó que a la iniciativa que pretende reformar las normas internas del Organismo Legislativo sólo le faltan las firmas de los miembros de la Comisión de Apoyo Técnico y que ésta será presentada este mes en Instancia de Jefes de Bloque para iniciar la socialización entre los demás diputados.

El Presidente ve como prioridad aprobar esta ley antes de que finalice el sexto mes del año, pero considera que no se puede asegurar que se hará, ya que en el Congreso las cosas se pueden cambiar en un momento.

Por su parte, Jairo Flores es más positivo y considera que la propuesta de reformas se concretará, pero es claro en decir que hasta el momento no tiene los consensos suficientes, ya que hasta ahora sólo se ha dedicado a solucionar el tema técnico, que ha consistido en que todas las bancadas emitan sus opiniones, pero no ha tratado la viabilidad política que tienen las múltiples sugerencias de cambios que tienen las modificaciones a la LOOL.

Flores considera que no tiene que haber oposición política, ya que si un “partido está tan seguro que va a gobernar en el siguiente periodo debe apoyarlas, porque si no tendrá un Congreso paralizado”.

De acuerdo a Montenegro, no existe voluntad política para reformar esta normativa, ya que hasta el momento no se ha tratado de consensuar con los jefes de bloque el proyecto de modificaciones, ya que la congresista cree que habrán complicaciones, pues se quiere limitar el poder de la Junta Directiva, o sea quitar que los miembros de ésta puedan tomar decisiones administrativas.

La diputada considera que reformas deben de ser aprobadas en el primer semestre de este año, ya que en el segundo las cosas se vuelven más complicadas y ya en el último año legislativo se vuelve imposible legislar por las elecciones.