Brasil valora el fortalecimiento del mercado interno y el comercio Sur-Sur para avanzar en el desarrollo, dijo ayer en Ginebra el ministro brasileño de relaciones exteriores, Celso Amorim, en un discurso ante la Conferencia Internacional del Trabajo (OIT).
«La receta, la fórmula, para el crecimiento de los países en desarrollo debe pasar por el comercio Sur-Sur y el mercado interno», resumió Amorim a la AFP, luego de su intervención en la asamblea anual de la Organización Internacional del Trabajo (OIT)
«No sé si se inspiró en Brasil», dijo Amorim, aludiendo a que el Presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, piensa al respecto igual que él.
«Brasil comercia hoy más con otros paises en desarrollo que con países ricos», había indicado Amorim en su alocución, subrayando que Europa y Estados Unidos han dejado de ser sus principales socios comerciales.
«Durante décadas las palabras (…) del neoliberalismo prevaleciente se resumían en (…) liberalización, privatización y desreglamentación. En contrapartida había un Estado débil, incapaz de promover el desarrollo y de proteger a los más vulnerables. Las políticas del gobierno del Presidente Lula combaten efectivamente ese mito», sostuvo Amorim ante la cumbre de la OIT.
«Los trabajadores no son sólo promotores de la justicia social, sino también instrumentos de corrección de los desequilibrios de la globalización», afirmó el ministro.
«Brasil no tiene una visión egoísta del desarrollo. Acreditamos que el progreso es fruto de la construcción colectiva», aseguró Amorim.
«No se trata sólo de prestar o dar dinero, sino de transferir conocimiento», dijo.
«El valor de la cooperación recibida es mucho mayor que el precio de la cooperación prestada porque crea oportunidades de desarrollo humano con enorme efecto multiplicador», estimó Amorim.
«La cooperación internacional es un importante instrumento de transformación de realidades. Las acciones de solidaridad confirman que la indiferencia delante del conflicto y de la pobreza no es aceptable. No es preciso ser rico para ser solidario», recalcó el ministro.
«Brasil tiene su propia visión de la cooperación internacional. Quiere contribuir a un nuevo paradigma. No acredita una dicotomía entre paises donantes y paises receptores. Antes, preconiza relaciones de asociación para el desarrollo que sean horizontales y libres de condicionamientos», explicó Amorim.
«Brasil continua dispuesto a poner su parte en la construcción de un orden internacional más representativo y democrático, que confiera a los países en desarrollo un papel de acuerdo con su importancia», consignó el ministro.
Agregó que su país «escogió el diálogo, las soluciones negociadas y la diplomacia como forma de resolver los conflictos. Paz, cooperación solidaria y comercio justo serán el nuevo nombre del desarrollo», concluyó Amorim ante los delegados de la OIT.
Sobre la proxima reunión del G20 en Toronto, Amorim explicó finalmente a la AFP que «es importante que los gobiernos mantengan su compromiso con la reglamentación de la economía mundial, no dejar que haya un aflojamiento en relación al sistema financiero, y al mismo tiempo un compromiso con el crecimiento, con el empleo y el mantenimiento de los niveles de ingresos».