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Inicia una nueva edición del histórico disenso entre el Gobierno y el sector empresarial por el tema fiscal, que desde la Independencia ha dividido al Estado y los grupos productivos.
La confrontación se ha dado a lo largo de los años, incluso desde la época independiente, cuando las élites del país decidieron alejarse de España para dejar de tributar a la Corona española.
El segundo intento del presidente ílvaro Colom para impulsar una reforma tributaria empieza a incomodar a los grupos productivos, que se acercan al Congreso para evitar el avance de esta iniciativa.
Aunque todavía no se tiene establecido el incremento de impuestos, para algunos sectores empresariales la idea de aumentar las tasas impositivas no va de la mano con el crecimiento de la economía, porque según ellos disminuirán el crecimiento en tiempos de crisis.
La junta directiva de la Cámara de la Industria se reunirá el lunes con la bancada de la Gran Alianza Nacional (Gana), para cabildear la reforma fiscal. Asimismo, otros grupos productivos ya se han acercado a sus parlamentarios de confianza para abordar el tema.
PROPUESTA
El gobierno actual busca la manera de obtener ingresos para financiar los proyectos del siguiente año, en vista de que en el presente ejercicio fiscal se enfrentó a serios problemas con una desfinanciación de hasta Q7 millardos.
Los adelantos de fuentes oficiales dan cuenta que el Ejecutivo buscaría elevar las tasas del Impuesto de Solidaridad y el Impuesto Sobre la Renta, aunque todavía no se hace la presentación formal de la iniciativa.
Al respecto, Jorge Briz Abularach, presidente de la Cámara de Comercio, señaló que «Guatemala necesita más tasas de empleo, sobre todo la juventud que no tiene suficientes plazas», por lo que no es partidario de elevar los gravámenes.
Pese a que dicho grupo todavía no se ha pronunciado de una manera rígida sobre la iniciativa de reforma fiscal, ya se están preparando las mesas de cabildeo en el Congreso.
REFORMAS FRUSTRADAS
Los gobiernos han pasado y la contienda por el aumento de los impuestos también. Durante el gobierno de Ramiro de León Carpio se aprobó una tasa del ISR del 30 por ciento para personas jurídicas y un alza del 7 al 10 por ciento en la del IVA, aunque esta última se implementó a partir de la firma de la paz.
Mientras que al tomar el poder ílvaro Arzú Irigoyen, se elevó la carga tributaria a un 12%, para ello se reforma el Código Tributario para aumentar sanciones por evasión; se impone un impuesto extraordinario y se emiten bonos del Estado, además reduce la tasa del ISR al 25 % y se crea la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT).