Implicado en remoción de fiscales


Crí­tica. El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, se ha enfrentado a duras crí­ticas por la remoción de varios fiscales.

Al contrario de sus declaraciones, el secretario de Justicia estadounidense, Alberto Gonzales, podrí­a estar directamente implicado en la remoción de varios fiscales federales, lo que generó un gran escándalo, según documentos publicados anoche.


Copias de correos electrónicos y de otros documentos transmitidos por el secretario al Congreso muestran que el 27 de noviembre Gonzales se habrí­a reunido con su director de gabinete en ese entonces para discutir los despidos.

Una lista de siete fiscales federales se elaboró diez dí­as antes de la reunión. La suerte de un octavo fiscal ya estaba decidida desde varios meses antes.

Estos documentos contradicen las declaraciones de Gonzales, quien afirmó que su director de gabinete Kyle Sampson, que presentó su dimisión por este escándalo el 13 de marzo, fue quien trató el despido de los procuradores sin participación suya. Gonzales afirmó «nunca haber discutido (con él) el estado de este tema».

Los documentos fueron publicados cuando Sampson anunció ayer que irí­a al Congreso a declarar sobre este hecho la próxima semana.

El escándalo de los fiscales generó indignación en el Congreso, dominado por la oposición demócrata, y en el gobierno. La Casa Blanca anunció que se opondrí­a a una serie de citaciones para comparecer a funcionarios cercanos al presidente, George W. Bush, como su asesor Karl Rove, que estarí­an involucrados en las controvertidas remociones.

El episodio refiere a la separación de sus puestos de ocho fiscales a cargo de casos polí­ticamente sensibles en los últimos meses, supuestamente por problemas en su desempeño laboral, pero los crí­ticos del gobierno aseguran que las causas fueron polí­ticas.