Numerosos tropiezos de variada índole estorban el camino político-electoral de la señora Sandra Torres, a quien se le está haciendo cuesta arriba culminar sus aspiraciones presidenciales, al extremo de que podría llegar el momento en que la coalición UNE/GANA se vería obligada a postular a otra persona en sustitución de la ex Primera Dama, o que esa alianza se resquebraje por si el segundo de esos partidos no logra realizar a tiempo su asamblea general anulada o por pugnas internas a causa de candidaturas a diputaciones y alcaldías.
Además, doña Sandra carga con el peso de un precandidato vicepresidencial deslucido que, en vez de aportar, resta voluntades.
Desde el momento que, para intentar superar un impedimento constitucional, se divorció del presidente Colom, diversas personas y grupos plantearon acciones legales para evitar que se consumara la disolución matrimonial, calificándola de “fraude de leyâ€. Los amparos interpuestos contra la voluntad del gobernante y de su mujer de descasarse no prosperaron en las primeras instancias judiciales; pero el caso no se ha superado en definitiva porque penden resoluciones de tribunales superiores, incluso de la Corte de Constitucionalidad.
Las acciones legales contra esa nominación presidencial han abundado, al grado de que personas sin personería interpusieron demandas contra la asamblea de la UNE que proclamó a la señora Torres como su candidata, pero fueron rechazadas precisamente porque los interesados no son afiliados a ese partido político. Los recursos, empero, no se detuvieron, y de esa cuenta el Registro Electoral se negó a inscribir a la ex Primera Dama porque en el acta de la asamblea general de la GANA no se consignó que es su candidata a la primera magistratura del país. Un pequeño error convertido en falla sísmica.
Como si esos tropiezos no fueran suficientes para debilitar las pretensiones de la licenciada Torres, su misma hermana se ha encargado de torpedear ese derrotero. La señora Gloria Torres, otrora mano derecha de doña Sandra y quien inopinadamente renunció al comité ejecutivo de la UNE, con alguna dilación planteó recurso de nulidad de la asamblea general uneísta, ante el Tribunal Supremo Electoral, señalando anomalías y falsedades en el acta respectiva; pero La Hora de ayer informó que fue rechazado.
Sin embargo, doña Gloria, al parecer, está dispuesta a llegar hasta las últimas consecuencias con tal de evitar que su hermana se convierta en candidata presidencial, y de ahí que su abogado presentó una denuncia penal en el Ministerio Público “por falsedad ideológica†contra dirigentes de la UNE, cabalmente porque en la dichosa acta de su asamblea general, la otra señora Torres aparece como participante en esa actividad, cuando no fue así.
Adicionalmente, están pendientes otros recursos contra doña Sandra planteados por la candidata vicepresidencial del Partido Patriota y la presidenciable Adela de Torrebiarte, y conforme se vayan dilucidando las acciones legales, otros recursos serán presentados por ciertas personas o grupos partidistas, y en el hipotético caso que sean desestimados, de todas formas el desgaste político de la señora Torres será grave. Lo peor para ella sería que cuando falten días y quizá horas para el 11 de julio, fecha de cierre de inscripción de candidaturas, alguien interponga uno o más recursos y, entonces se disiparían las aspiraciones de la ex Primera Dama. Y ayer corrió el rumor que doña Gloria tomará la estafeta antes de que sea demasiado tarde.
Para ajuste de penas de doña Sandra, casi se desmaya durante un mitin en Quetzaltenango.
(El psíquico Romualdo Tishudo asegura que escuchó al presidente Colom citar al actor y dramaturgo Sacha Guitry: –El secreto de un matrimonio feliz es perdonarse mutuamente el haberse casado).