¿Más pisto para los partidos políticos?


hector-luna

No sé cómo calificarlo, si de ingenuidad, tontería o estupidez. Resulta que el Tribunal Supremo Electoral, Acción Ciudadana y varias universidades, entre otras, han propuesto que a «nuestros honestísimos partidos políticos» se les aumente el pago de la «compensación» que se les otorga por cada voto que obtienen en las elecciones, elevándola de dos a un mínimo de 4 dólares por voto, pisto que, por si no lo sabían, sale de los bolsillos de los pendejos que pagamos impuestos.

Héctor Luna Troccoli


Según los ponentes de esta barrabasada institucional, con ello se pretende eliminar el «financiamiento privado» que los partidos reciben de sus «financistas», sean dignísimos miembros de la iniciativa privada o despreciables «empresarios» del narcotráfico o la corrupción.

Obviamente ninguno de los ilustres exponentes de este proyecto bochornoso y que hiere la dignidad de los guatemaltecos, nunca han estado DENTRO de un partido político, pero aun así, por elemental conocimiento, saben cómo funcionan aquí las cosas en estas «entidades de derecho público». Quienes ya estuvimos en la cueva del lobo y aunque tengamos 18 años de habernos salido de ella, tenemos la certeza de que nada ha cambiado, sino por el contrario, ha empeorado.

Para empezar, dignísimos ponentes de esta aberración, TODOS los partidos políticos tienen uno o varios DUEÑOS, que son los que los forman, conforman y mantienen gracias a aportes «privados» y otras «contribuciones especiales», fuera del pisto que les entrega el Tribunal Supremo, quien lo recibe del pueblo de Guatemala, que ingenuamente también lo deposita en las arcas con el pago de sus impuestos. Al terminar la campaña electoral, ganen o pierdan siguen recibiendo «contribuciones» de sus alcaldes, diputados, contratistas que necesitan de empujoncitos, o instituciones o empresas privadas que quieren hacer una obra o aprobar una ley, fuera de que, como saldo de caja, les queda una buena cantidad de millones o al menos cientos de miles que pasan a manos de los DUEÑOS para resarcirse de gastos o aumentar sus ganancias. Los partidos políticos se forman para agenciarse del poder y del dinero, según la definición chapina y así seguirá por siempre hasta que cambie todo el sistema político del país, que en mi opinión solo se podrá hacer cuando existan dirigentes con un poco más de dos dedos de frente y no como los que hacen esta descabellada propuesta.

En segundo lugar, quienes crean que aumentándoles el pisto a los partidos ya NO recibirán «financiamiento privado»: ¡HUECHOS! Toda persona que sabe que en algún momento va a requerir de empujoncitos de los partidos que obtengan el poder SIEMPRE darán su «aportación privada bajo de agua», tal como ha ocurrido y seguirá ocurriendo hasta el fin de los siglos. Personalmente pude comprobar cómo, por ejemplo, las grandes empresas o empresarios, al menos les dan sus «contribuciones» a los que consideran los «caballos ganadores» y el que más posibilidades tenga recibirá más que los otros. Incluso vi cómo existen «pequeños contribuyentes», de Q50,000 para arriba, fuera de que cada puesto que quieran ocupar los candidatos tiene un valor estipulado que puede ser, actualmente desde un millón o dos millones de quetzales por shola, hasta módicas cantidades de Q200,000 para candidatos a alcaldes de municipios de tercera o cuarta categoría. Es decir, todos pagan para jugar en la carrera y si quedan pues el dueño del partido (o los dueños) recibirán más pisto. La deuda política, como dice un anuncio televisivo, se las pela. Así de sencillo es la cosa.

Este financiamiento «privado» no puede ser fiscalizado, como ya quedó demostrado por Tribunal Supremo, Contraloría de Cuentas o ente fiscalizador alguno porque se recibe en efectivo y se deposita en pushos en cuentas de aquí o el extranjero. Si no, miren si han aparecido los 87 millones que se robaron del Congreso o los cientos de millones que dicen se robaron varios expresidentes. Si eso lo puede hacer una persona con la complicidad de uno o dos cuates máximo, ¿qué no podrá hacer una estructura llena de expertos en hueveología?

Hay un tercer aspecto que lo considero ingenuo, aunque con cierta dosis de tontería. El que este «aumento» a los fondos de los honorables partidos políticos sea destinado conforme una distribución que causa risa: $2 para el fortalecimiento de la organización política; $1 para «formación cívica»; $0.75 para las sedes departamentales y $0.25 para las sedes municipales. Los dos primeros rubros son imprecisos, incongruentes, utópicos y nada claros y por lo tanto, fácilmente manipulables y «justificables», tal como hacen con sus gastos los grandes empresarios y en cuanto a las otras dos ínfimas cantidades son para jugar la vuelta, es como cuando ciertos patronos (que hay muchos) le dicen a su trabajador que le firme un recibo en blanco y pone que le dio Q1,000 cuando el pobre asalariado solo recibió Q100.00.

De cualquier manera, dispensen ustedes, pero este pisto y el financiamiento privado que seguirá fluyendo irá a parar a la bolsa o bolsas del dueño o dueños del partido y de colada pueda ser que algún allegado también reciba una breve parte. Si no han podido controlar ni los ingresos, ni los gastos de estas instituciones, cómo lo van a hacer en el futuro si ya demostraron hasta la saciedad que NO PUEDEN HACERLO. Por favor no le quiten más dinero al pueblo para dárselo a los partidos, ellos ya saben cómo recibir de otras fuentes y ese pisto mejor invertirlo, aunque sea solo para que los partidos sirvan de algo, en salud, educación, combate a la delincuencia, combate a la desnutrición, vivienda, etcétera, etcétera, etcétera…

 SALUD MENTAL. Durante 20 días, que se cumplieron ayer, dejé de tener contacto con medios de comunicación por una cuestión de salud mental y no por culpa de los medios, sino por las noticias desagradables y desastrosas que traen. También ayer decidí reanudar mi lectura y visualización de periódicos y televisión y lo primero que me encuentro es la noticia asombrosamente indignante del financiamiento a los partidos políticos. Hay veces que quisiera irme a otro país, pero como decía Borges, ya estoy muy viejo y sé que me estoy muriendo…