¡Ladrones!


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Muchas veces lo dijimos a través de LA HORA, la dirigencia deportiva es una de las formas de huevearle al Estado, lo que equivale a huevearle al pueblo el dinero que debió estar al servicio del deporte; desde hace muchí­simos años, esta reiterada situación ha campeado en el ámbito deportivo.

Fernando Mollinedo
fermo@intelnet.net.gt

 


   Es cierto que en todas partes “se cuecen habas”, pero se tení­a la esperanza de que la dirigencia deportiva de Guatemala fuera limpia, honesta y que sus integrantes no se enlodaran como hasta hoy lo han hecho. La POBREZA MORAL de la que hacen gala, se patentiza en la descarada e infeliz acción de apropiarse del dinero cuyo objetivo es optimizar la calidad deportiva de los atletas en todas las ramas deportivas.

A continuación expongo a ustedes algunos de los criterios y comentarios recibidos ví­a e-mail y en forma personal de muchas personas que se sienten defraudadas por las autoridades deportivas, calificándolas como la fiel expresión de cómo huevear con el mayor de los descaros. â€œEl manto de impunidad, desde hace varias décadas, cubre a la Confederación Deportiva Autónoma de Guatemala y por ello es tan apetecida la oportunidad de “trabajar” en ella y en algunas federaciones, ya que la discrecionalidad, abuso e impunidad con que se “trabaja” dejan buenos dividendos sin la molesta intervención o fiscalización por parte del Estado mismo”. “No sólo en la dirigencia de la CDAG se producen semejantes hueveos, también hay que investigar a fondo a las 44 federaciones cuyos presupuestos exorbitantes apenas llegan a su destino final: los deportistas; aparte de que, hay algunas de papel, que solo existen para el beneficio de un grupo de la oligarquí­a criolla y reciben sus aportes millonarios de manera regular, en esa forma los directivos de las federaciones se huevean lo que quieren y cuando quieren; disfrazan sus actividades con el adjetivo calificativo de “ad honórem”, pero cobran dietas como que si realizaran un trabajo remunerado (Dieta es una “paga que se da a alguien por algún servicio”), estos grupos son mafias enquistadas desde hace muchos años ha, que viven de esa forma.

“Las federaciones deportivas usualmente solo rotan a sus directivos en época de elecciones; pero hay una persona que ejerce el poder por considerarse el dueño y señor en jefe, además es la persona con más antigí¼edad en las mismas y es quien manda y ordena; aparte de que en algunas de ellas, algunos de los cargos directivos los desempeñan las amantes de los “jefes”, disfrazando la inmoralidad de sus actos, los cuales son retribuidos en forma dineraria por medio de dietas y viajes anuales de acompañamiento a los equipos nacionales para campeonatos regionales o campeonatos”.

Tal como lo dice un locutor: “Como me lo contaron, se los cuento”. ¡Qué desgracia! Y a quienes les ofenda la palabra “hueveo” les recomiendo leer el Diccionario de Guatemaltequismos de don Lisandro Sandoval.