Ike lleva peligro mortal a Texas


Imagen satelital muestra el paso del huracán Ike, a poco de ingresar a tierra firme en Estados Unidos, amenazando, de nuevo, el sur de ese paí­s.

El huracán Ike llegó hoy con fuerza arrolladora a Houston (Texas), obligando a miles de personas a escapar de la letal amenaza, mientras se divulgaba una advertencia de que quienes permanecieran en las tierras bajas se expondrí­an a «una muerte segura».


«Todos los barrios y posiblemente la totalidad de las comunidades costeras quedarán inundadas por la marea durante el perí­odo de mayor actividad del fenómeno», advirtió el National Hurricane Center (NHC), refiriéndose a las tierras que circundan la bahí­a de Galveston.

«Quienes no atiendan las órdenes de evacuación se expondrán a una muerte segura», advirtió, en referencia a las olas masivas que podrí­an cubrir los edificios.

Las evacuaciones empezarán con los ancianos, enfermos y otros vecinos con necesidades especiales. Funcionarios de Houston proyectaban redistribuir el tránsito por carreteras y anunciaron que se instalarí­an estaciones de gasolina en las carreteras para facilitar el éxodo, dijeron funcionarios.

A las seis de la mañana (hora de Guatemala) el centro de Ike estaba localizado a 585 km al este de Corpus Christi, Texas (sur), y a unos 370 km al sureste de Galveston, señaló el NHC.

Los vientos huracanados alcanzaban los 165 km/h con ráfagas más fuertes, y su velocidad de desplazamiento hacia el oeste-noroeste era de 20 km/h.

Se trata de un huracán de categorí­a 2 en la escala Saffir-Simpson, de cinco, pero se teme que se intensifique en las próximas horas y «se pronostica que Ike se convertirá en un huracán mayor (categorí­a 3 o más) antes de que llegue a la costa», informó el organismo.

«Por tratarse de un ciclón tropical muy amplio las condiciones atmosféricas se deteriorarán a lo largo de la costa hoy, mucho antes que el centro de Ike llegue» posiblemente entre hoy en la noche, advirtió el NHC.

Los vientos huracanados de Ike se extienden hacia fuera hasta una distancia de 195 km del centro, informó el último reporte del centro de huracanes con sede en Miami.

«Una plataforma de petróleo al noroeste del Golfo de México reportó recientemente vientos sostenidos de 176 km/h», indicó.

«Inundaciones costeras por marejada ciclónica hasta 6 metros sobre los niveles normales de la marea (…) junto con olas rompientes peligrosas» van a extenderse hacia una distancia mayor de lo usual debido al gran tamaño del ciclón, pronosticó el organismo.

La bahí­a de Galveston se extiende por 40 kilómetros alrededor de Houston, centro petrolero clave, cuyos suburbios llegan a las costas de la bahí­a.

Mientras tanto, el Departamento de Interior estadounidense reportó hoy que el paso de otro huracán, Gustav, por el Golfo de México a comienzos de mes causó daños «menores» en las instalaciones petroleras marí­timas.

«Es muy alentador que los daños hayan sido menores», dijo Randall Luthi, director del Servicio de gestión de minerales (MMS) del Departamento del Interior, citado en un comunicado.

Según un informe del MMS, sobre las 677 plataformas del Golfo expuestas, una sola fue destruida. Se localizaba fuera de la costa de Luisiana y contaba por 0,01% de la producción petrolera de la zona (1,3 millones de barriles diarios) y 0,04% de la producción de gas (200 millones de metros cúbicos diarios).

El vicegobernador de Texas, David Dewhurst, habí­a declarado ayer a la cadena CNN que ya estaba en camino una movilización masiva.

«Hemos dispuesto suministros y autobuses para cuatro dí­as», dijo. «Hemos movilizado (aviones de transporte) C-130s y ambulancias. Tenemos 1.350 autobuses que hemos llevado al área».

Mientras tanto, equipos de funcionarios trataban de mantener las carreteras abiertas para los residentes que necesitaran salir. El ejecutivo del condado de Harris, Ed Emmett, le dijo al diario Houston Chronicle que la gente que vive en las tierras altas podrí­a permanecer en sus casas.

PETRí“LEO


Las cotizaciones del crudo repuntaron hoy en Londres y Nueva York, estimuladas por el huracán Ike que obligó a cerrar instalaciones en el Golfo de México, y las amenazas del presidente venezolano, Hugo Chávez, de dejar de suministrar crudo a Estados Unidos.

Hacia las seis y media de la mañana (hora de Guatemala) el precio del barril de Brent, de referencia en Europa, para entrega en octubre, ganaba 72 centavos en el InterContinental Exchange de Londres (ICE), situándose en 98,36 dólares, tras haber subido en la sesión hasta 99,35 dólares por barril.

A la misma hora, en el New York Mercantile Exchange (Nymex), el barril de West Texas Intermediate para entrega en octubre ganaba 86 centavos, a 101,73 dólares, tras alcanzar en la sesión 102,50 dólares.

Ayer, el Brent se habí­a cotizado a principios de la tarde a 96,99 dólares, su nivel más bajo desde marzo, golpeado por el alza del dólar y la baja de la demanda, en un clima de recesión económica.

«Vamos a pasar el fin de semana pendiente de la metereologí­a» y del ciclón Ike, que podrí­a interrumpir la producción de crudo de Estados Unidos, señaló en Londres el experto Olivier Jakob, de la firma Petromatrix.

Además de los temores por Ike, que se dirige al Golfo de México, donde se concentra un cuarto de la producción petrolera estadounidense, el precio del barril fue apuntalado por inquietudes geopolí­ticas.

El mercado reaccionó a las amenazas del presidente de Venezuela de suspender el suministro de crudo a Estados Unidos, el mayor consumidor mundial de crudo y su principal cliente, subrayaron expertos.

Venezuela ocupa el quinto lugar entre los proveedores de crudo a Estados Unidos, con un promedio de ventas diarias de 1,1 millones de barriles diarios (b/d) durante el primer cuatrimestre de 2008, según la norteamericana Administración de Información de Energí­a.

«Hago responsable por el enví­o petrolero de Venezuela (al gobierno de) aquel paí­s, si viniera alguna agresión hacia Venezuela», declaró Chávez ayer.

«No habrá petróleo para el pueblo de Estados Unidos», amenazó el mandatario, que dio 72 horas al embajador de Estados Unidos en Caracas, Patrick Duddy, para abandonar el paí­s, decisión que adoptó en solidaridad con Bolivia, que tomó una medida similar con el representante estadounidense en La Paz.

«Nosotros, yanquis de mierda, sépanlo, estamos dispuestos a ser libres pase lo que pase y cueste lo que cueste», lanzó el gobernante venezolano.

Sin embargo, la tendencia del precio del crudo ha sido a la baja, arrastrado por el retroceso de la demanda en un contexto de desaceleración del crecimiento económico en Europa y Estados Unidos: el oro negro perdió cerca de un 30% desde que subió a un máximo histórico de 147,27 dólares el barril el 11 de julio, señalaron analistas.

Esta caí­da de la cotización del petróleo, que se negocia en dólares, se explica también por el fortalecimiento de la divisa estadounidense de cara a la moneda única europea, que se ha debilitado tras las malas noticias sobre el crecimiento de Europa.

El billete verde se cotizaba hoy a 1,4094 dólar de cara al euro, tras haber retrocedido esta semana por debajo de la cota de 1,40 dólar por cada euro.

La recuperación de la moneda estadounidense desalienta las compras de materias primas cotizadas en dólares: cuando el dólar sube, estas materias primas se encarecen para los inversores que manejan otras divisas, y se vuelven menos atractivas en términos de «valor refugio», señalaron analistas en Londres.