Ya se ganaron las elecciones y no todo debe de ser euforia sino que debe de ser análisis. La primera pregunta que se tienen que hacer los triunfadores es ¿por qué votaron por nosotros?
Guillermo Castañeda Lee CUI 1996 53836 1905
Yo le podría apostar 100 a 1 que la razón más importante por la que votaron por Pérez Molina es porque se espera que combata la delincuencia común, que lo consideran de tanta urgencia en la ciudad capital que lo antepusieron al aumento de salario con un bono 15 que ofrecía Baldizón.
Muchos de los que votamos por esa razón ya nos empezamos a sentir frustrados por el Presidente electo como por el que será el futuro ministro de Gobernación, pues ya solo hablan de combatir el crimen organizado y el narcotráfico, pero no le dedican ni un discurso al mal que atosiga a las ciudades, como lo es la delincuencia común y es lo que pidió el pueblo de Guatemala.
Para convencer a ese setenta por ciento de los que votaron por Pérez Molina, se necesita que el ahora Presidente electo convenza a la Fiscal General que el aumento de presupuesto que se le dio no es para que mejore el sistema para apresar más chafas, sino que para que mejore el sistema para condenar delincuentes comunes presentando más y mejores pruebas contra estos, que son capturados hoy y mañana ya andan nuevamente en las calles por la ineficiencia del MP.
Según el voto popular, la Fiscal General y el Presidente electo deben hacer caso omiso del chantaje de los gringos para que los mejores esfuerzos del Ministerio de Gobernación y el Ministerio Público estén más dirigidos contra el narcotráfico y no hacia la delincuencia común, dejando al ciudadano de a pie desprotegido.
Estos mismos entes de denuncia están presionados por la izquierda y una llamada sociedad civil, para que sus mejores esfuerzos los dirijan para apresar militares, llegando al extremo que fiscales y jueces sujetos a ese bombardeo ideológico, han querido ver tigres donde no hay ni siquiera gatos, como el famoso plan que firmó el general López Fuentes.
El Ministerio Público y el futuro ministro de Gobernación deben de entender que presionar combatiendo el narcotráfico significa más delincuencia común, pues los narcotraficantes son los que proporcionan armas a la delincuencia común para distraer a las unidades de seguridad. Más combate al narcotráfico, más delincuencia común, más reguero de muertos, más gastos en seguridad de las empresas, más encarecimiento de los productos, etcétera.
El que mucho abarca, poco aprieta, y eso parece ser la tónica del próximo gobierno, cuando la mejor forma de combatir todo lo demás que agobia a Guatemala es desapareciendo la delincuencia común, que es lo que tiene empobrecidas y atemorizadas a las ciudades.
La prensa escrita publica que tres municipios gozan de prosperidad por el narcotráfico. Lo que no dicen que este florece en estos tres lugares a pesar de que tenemos unidades militares aerotransportadas estacionadas en el territorio nacional sin ningún permiso del Congreso de la República, para hacer asaltos especiales, como el ejecutado en Zacapa. Yo casi podría asegurar que no son solo tres municipios, sino que podrían ser hasta 200.
Hablan de combatir el narcotráfico porque no saben lo que están diciendo. Considero que en Zacapa solo para medio controlarlo hay que capturar unas 5 mil personas, pues son las más comprometidas, pero si quiere erradicarlo de raíz tendría que capturarse a por lo menos unas 20 mil, pues con 5 mil solo sería como podar el árbol, o como curar el cáncer con aspirinas.
Suponiendo que tuvieron éxito en la captura de estas 5 mil personas, ¿dónde será su hotel de cinco estrellas mientras se les celebra juicio? ¿Cuánto tiempo tardarán para salir libres y continuar con lo que venían haciendo? Yo le llamo a todo esto operación poda, que con la primera lluvia retoñará con más fuerza.
A veces uno dice ignorancias porque es ignorante en ciertos temas, así que espero que los futuros que nos gobernarán sí sepan lo que están haciendo, pero en mi pobre entender en ese aspecto, creo que vamos a iniciar el camino muy mal.