“¡Guatemala en llamas!”


Eugenio_Fernandez

La semana pasada observé como ardía “La Terminal”, otra vez. Al ver escenas de lo ocurrido en los diferentes medios de comunicación, volvieron a mi mente imágenes de solidaridad, lucha común y entrega por los demás, de los que fui testigo para el terremoto, aquel 4 de febrero de 1976 y los meses que siguieron a esa catástrofe que sufrió el país.

Eugenio R. Fernández
picandopiedragt@gmail.com


Tenía casi diez años y a mi corta edad pude sentir como los guatemaltecos ante la adversidad sacaron la casta de forma heroica, desprendidos de sí mismos, Guatemala se convirtió en un solo pueblo, con el objetivo de socorrer, ayudar al vecino, sin esperar nada a cambio para luego reconstruir y salir avante de la adversidad como Nación.

Ver la cooperación, la semana pasada ante el incendio de La Terminal, entre los diferentes cuerpos de bomberos, los jóvenes apoyándolos, las mujeres proveyéndoles comida y bebida, sin pensar en ellos mismos, me hizo recordar, me hizo vivir por un momento lo que se siente cuando un pueblo se une ante el infortunio y lucha para salir adelante.

Guatemala vive hoy una amenaza mayor a la que enfrentamos en 1976.  Aunque el problema no es tan obvio, no hay edificios por los suelos o llamas destruyéndolos, la gravedad del problema es aun mayor y con consecuencias más nefastas.

Los síntomas que existen son las campañas políticas ilegales a la que estamos sometidos. El cabildeo e imposición de candidatos que ejercerán puestos de justicia y control gubernamental que representan a grupos paralelos e ilegales; desechando a los candidatos con mejor perfil y que velen por los intereses de todos los guatemaltecos. El colapso de las instituciones de justicia. La politiquería cortoplacista servil que substituye a las políticas de Estado de largo plazo.

La mayoría sabemos que la cosa está mal, pero nadie sabe que pudiera hacer. La razón de la inacción es la cultura del miedo que invade las actividades cotidianas de las personas que pudieran decir ¡Hasta aquí! ¡Ya no más! Pienso que el efecto que ha dejado en las personas de mi generación el descabezamiento de líderes que Guatemala sufrió en los setenta y ochenta del siglo pasado nos ha amedrentado de tal forma que vemos micos aparejados en todas partes y nos da miedo. Por otro lado los supuestos  líderes políticos de hoy  no tienen ideología,  ideales o convicciones,  lo único que les importa es amasar fortunas.

Como desearía ver a una sociedad alarmada y actuando ante la calamidad y colapso del Estado de Guatemala,  de la misma forma como se alarma y actúa al ver las calamidades físicas que conllevan los desastres. ¿Cuándo saldremos a la calle a reclamar nuestros derechos? Cuando nos los hayan quitado todo. ¿Cuándo vamos a exigir que se respete la Ley Electoral? Cuando ya no importe ninguna ley ¿Cuándo vamos a demandar a los burócratas a que sirvan al pueblo y no se sirvan de él? Cuando ellos sean los dueños y señores de todo.

Que las imágenes y las personas que estuvieron luchando heroicamente para apagar el incendio de La Terminal nos sirvan de inspiración para entender que bajo una buena causa los guatemaltecos se unen y responden al llamado. Podemos cambiar Guatemala.