Igor se dirige a Canadá


Imagen satelital del avance del huracán Igor, el cual pasa por Bermudas. FOTO LA HORA: AFP NOAA

El huracán Igor se alejaba hoy del pequeño archipiélago de las Bermudas, donde provocó fuertes lluvias y ráfagas de viento, pero no la catástrofe que se temí­a, y se dirige ahora hacia Canadá, según el Centro Nacional de Huracanes (NHC) estadounidense.


A las seis de la mañana (hora de Guatemala) Igor se encontraba 320 km al norte de las Bermudas y unos 1.500 km al suroeste de Terranova en Canadá, y se dirigí­a al noreste a 33 km/h.

El huracán, de categorí­a 1 en la escala Saffir-Simpson (de un máximo de 5), con vientos que soplaban a 120 km/h, llegarí­a a Canadá el martes, precisó el NHC.

Las Bermudas esperaban lo peor con este huracán inusualmente extendido. De hecho, el ojo de Igor es más grande que la superficie (53 km2) de este territorio británico de 65.000 habitantes.

Pero Igor eludió finalmente al archipiélago.

En la madrugada, el huracán se localizaba 65 km al oeste de las islas y se desplazaba hacia el nor-noreste a una velocidad de 22 km/h.

Las fuertes ráfagas y grandes mareas derribaron palmeras, mientras casi la mitad del archipiélago estaba sin electricidad.

Un gran oleaje embestí­a la costa, inundando algunas playas y centros turí­sticos costeros, mientras que varios comercios, casas y oficinas fueron reforzados con tablas.

La Policí­a recibió varias denuncias sobre cables de electricidad y árboles bloqueando calles, pero sin que se reportaran heridos.

«Todo el mundo esté a resguardo hasta que esto termine», dijo un portavoz de los organismos de emergencia.

El ministro del Interior David Burch habí­a advertido que Igor podí­a parecerse al huracán Fabian, que en 2003 dejó cuatro muertos y millones de dólares en pérdidas.

El aeropuerto internacional LF Wade canceló todos los vuelos desde y hacia las islas, y preveí­a que el cierre se extendiera hasta el martes por la mañana.

Un buque de la marina real británica y un helicóptero estaban desplegados en altamar, listos para asistir a la isla en caso de que el huracán ocasionara daños generalizados.

El gobierno del archipiélago movilizó al ejército de tiempo parcial -el Regimiento de Bermudas- y colocó a 200 efectivos en alerta.

Los residentes estuvieron toda la semana preparándose para lo peor, cerrando las ventanas con tablones y almacenando ví­veres, previendo pasar un largo perí­odo sin energí­a eléctrica.

Un colegio local fue convertido en refugio de emergencia y los residentes tení­an la opción de evacuar sus hogares para dirigirse allí­, aunque la mayorí­a declinó la opción.