Las iglesias conglomeradas en el Consejo Ecuménico Cristiano de Guatemala exigieron al Gobierno que proteja a los sectores más pobres de la población afectados por el «sistema neoliberal injusto», según se describe en un comunicado de prensa.
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«Señalamos la responsabilidad del sector empresarial para no sólo nivelar los salarios, de acuerdo con el precio de la canasta básica vital (Q3,245.32), sino mejorar la inversión de capital para generar trabajo, abriendo fuentes de empleo dignas que puedan mejorar la capacidad adquisitiva de la población, ya que quien está acumulando beneficios y sacando provecho, sin generar trabajo, en realidad está faltando gravemente a la justicia y debe dar cuenta a Dios», afirmaron.
Los religiosos solicitaron que se «proteja a los sectores populares, cuya mayoría está sumida en la pobreza, especialmente la población indígena y campesina, más fuertemente reflejada en las mujeres y la niñez, cuyos niveles de desnutrición crónica alcanzan al 49% de la población menor de 5 años», expone el documento presentado durante el fin de semana.
Los responsables
Como los responsables de la precaria situación de la población más desposeída se acusa al modelo económico del país y al alza del petróleo que repercute en la crisis alimentaria que afecta al 70% de los 13 millones de habitantes del país.
«Creemos que la actual crisis que mantiene al 70% de la población en la zozobra de una economía de sobrevivencia es fruto de la aplicación de un sistema neoliberal injusto y las repercusiones de políticas internacionales como el aumento en los precios del petróleo», afirma la entidad en un boletín.
Pide austeridad
El Consejo instó al presidente ílvaro Colom a que reduzca «gastos superfluos» y «fortalezca» el incremento de la producción de alimentos. También critica al Congreso de la República por realizar transferencias millonarias y acumular capital mientras la población intenta sobrevivir en medio de la crisis.
«Las políticas agrarias» que destinan la producción agrícola para la elaboración de biocombustibles, así como el «sometimiento desmedido» de los ecosistemas para megaproyectos», causan daños irreversibles a la naturaleza, agrega.
«La Iglesia debe responder con contundencia a esta grave crisis alimentaria que nos amenaza de manera tan real y cercana. Un llamado a solidarizarse para que los más pobres no padezcan hambre», afirma.
El Consejo está integrado por la Conferencia Episcopal de Guatemala (CEG), la Conferencia de Religiosos de Guatemala (Confregua), la Iglesia Episcopal de Guatemala, Iglesia Luterana Guatemalteca y la Iglesia Evangélica San Juan Apóstol.