El arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar, aseguró ayer que la iglesia está «preocupada» por la escalada de violencia criminal que elevó de 12 a 13 el promedio diario de homicidios en este país centroamericano.
«Para nosotros (el incremento de homicidios) es motivo de mucha preocupación, nosotros estamos muy preocupados y pensamos que toda la sociedad salvadoreña tiene que sensibilizarse ante esta problemática», dijo Escobar durante una rueda de prensa en la céntrica catedral capitalina.
Según fuentes oficiales, el incremento de homicidios se debe a un repunte del accionar del crimen organizado y la delincuencia en general, por lo que el nuevo presidente izquierdista de El Salvador, Mauricio Funes, anunció el jueves que sumará el ejército a tareas de seguridad y que distribuirá a mil 300 agentes en los 25 municipios con mayores índices de violencia.
Funes -que asumió funciones el pasado 1 de junio poniendo fin a 20 años de gobiernos de derecha- declaró que la seguridad de los salvadoreños «es una de nuestras prioridades».
«La violencia parece permear todos los ambientes de nuestra sociedad, la inseguridad es un trauma nacional y requiere un esfuerzo extraordinario, este esfuerzo tiene que ser de todos», concluyó el religioso.