Iglesia brasileña rechaza misa en latí­n


Postura. El Papa Benedicto XVI ha impulsado viejas prácticas de la iglesia católica.

La Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil (CNBB) consideró que la autorización del papa Benedicto XVI para la celebración de las misas en latí­n no debe afectar a la liturgia en uno de los paí­ses con mayor número de católicos del mundo.


Las misas continuarán siendo celebradas en portugués», declaró este jueves a la AFP monseñor Luiz Moraes Vieira, Arzobispo de Manaus (norte) y vice presidente de la CNBB, al referirse a los probables efectos del decreto papal anunciado por el Vaticano.

Monseñor Vieira dijo que él mismo habí­a sido ordenado sacerdote en 1960, por lo tanto, antes de la realización del Concilio Vaticano II que autorizó la celebración de misas en los idiomas nacionales.

El dirigente de la CNBB advirtió que no conocí­a aún las disposiciones del Vaticano pero recordó que en Brasil, pese a lo dispuesto por el Concilio, se siguieron celebrando misas en pequeñas comunidades en latí­n, así­ como en griego, armenio y ucraniano.

La enseñanza de latí­n prácticamente fue abolida en los programas escolares a partir de los años 70 y los centros brasileños imparten nociones de ese idioma a los seminaristas.

Monseñor Joviano de Lima Junior, que dirige la comisión para la liturgia de la CNBB, señaló a la AFP, que el rito Gregoriano nunca fue suprimido en la Diócesis de Campos, en Rio de Janeiro.

El rito Gregoriano es defendido en Brasil por el Instituto Buen Pastor (IBP), fundado en marzo en Sao Paulo «para promover una crí­tica constructiva al Concilio (Vaticano II)», además de promover celebraciones en latí­n y «conservar los libros litúrgicos vigentes en 1962».

En un video realizado durante la inauguración del IBP en Sao Paulo, difundido en el sitio del IBP (www.ibp-la.org) el coordinador de la entidad para América Latina, Rafael Navas, defendió los ritos tradicionales.

El sacerdote dijo que el IBP pretende «ayudar para que el Santo Padre le dé una interpretación auténtica al Concilio Vaticano II».

Sectores conservadores de la Iglesia Católica en Brasil han criticado no solo el uso del idioma nacional, sino también la libertad litúrgica que hace uso de tambores en las celebraciones religiosas.